Despertar, saber que tienes que salir corriendo pronto al trabajo, abrir tu armario y encontrarte con que justo la prenda que quieres ponerte ese día, ¡está arrugada! Te ha pasado ¿cierto? Y si a las prisas le sumas que planchar no es lo tuyo y que no quieres —ni piensas— dedicarle demasiado tiempo a esa […]
