La empatía se define como un sentimiento de identificación con algo o alguien, la capacidad de compartir sensaciones.
En otras palabras, ser empático significa ponerse en los zapatos del otro; y en palabras laborales, cuando de cubrir vacantes se trata, ser empático significa ponerse en los zapatos del reclutador o del candidato.
En este caso hablaremos desde la visión de quienes buscan empleo. No son suposiciones ni una investigación kilométrica: son los comentarios recibidos en este blog de personas que acuden a entrevistas y después nos cuentan su experiencia.
¿La finalidad? Conocer las áreas de oportunidad que tienen los departamentos de Recursos Humanos y, ¿por qué no?, pulir ciertas conductas para que cada posible empleado que visite tus instalaciones tenga la seguridad de que su tiempo y esfuerzo son valorados.
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Procesos kilométricos y…
Es casi seguro que todos los candidatos sepan que para obtener el trabajo deberán superar más de una etapa en el proceso de selección.
Entrevista 1.
Entrevista 2.
Entrevista 3.
Exámenes psicométricos 1.
Exámenes psicométricos 2.
Y después de todo eso… silencio.
¿Qué sucedió? ¿Hubo algo mal? ¿Ya se cubrió la vacante?
Cuando se involucra a una persona en diversas fases de la contratación, y al final se decide que no es el más adecuado, una llamada o un correo explicando el motivo por el cual ya no será contemplado es una forma de agradecer su disposición hacia la empresa.
Información que no coincide
La vacante propone un sueldo y en la entrevista se habla de otro… menor.
La vacante habla de un horario de lunes a viernes y en la entrevista se expresa que también se labora los sábados.
La vacante dice “experiencia no necesaria” y en la entrevista se habla de “experiencia mínima de 6 meses”.
Cuando los parámetros cambian, comienzan las dudas. Y con las dudas inicia la desconfianza. Y con desconfianza la imagen de la empresa ya no será la misma en los siguientes anuncios de empleo que publique.
Cero retroalimentación
Una de las dudas más comunes por parte de los candidatos es saber si su currículo ya “le llegó” a los reclutadores.
Y en realidad contactar a cada uno de ellos suena complejo. Sin embargo la ayuda de una herramienta automatizada puede ser de gran valor en casos como éste.
En los correos electrónicos y en la plataforma de OCCMundial es posible preconfigurar una carta de agradecimiento. Así, cada que una persone envíe su CV a una de tus vacantes, un mensaje será enviado a su correo haciéndole saber que su información fue recibida y será evaluada en los días posteriores.
Eufemismos… (ya se sabe lo que significan esas frases)
“Gracias, revisaremos a fondo tu currículum y te llamamos”. “Pasaré tu CV con el gerente, porque él es el que decide, y te avisamos”. “Perdón, necesito atender una llamada (en medio de una entrevista)”.
Ya sea para interrumpir la conversación o para despedir al candidato cortésmente después de haber charlado con él, ese tipo de expresiones tienen un significado en el pensamiento colectivo de las personas: o no es importante lo que están diciendo o no fueron el empleado que buscan y no los llamarán después.
Puede que sí, que sea muy rudo decirle a alguien: “no eres lo que la empresa busca y no nos pondremos en contacto contigo después”, pero tal vez darles un parámetro de tiempo para esperar una llamada es mejor a quedar totalmente en la incertidumbre:
“Si no te llamamos en 5 días, es probable que la vacante haya sido ocupada por alguien más”.
Preguntas fuera de lugar
¿Qué religión practicas? ¿Cuál es tu orientación sexual? ¿Planeas tener hijos?
Con ese tipo de cuestionamientos la empresa proyecta una imagen de poco o nada incluyente y pone en entredicho si eso es condicionante para desempeñar un buen trabajo.
Ser empático en tus contrataciones siempre dará una imagen
magnífica de tu empresa, obtengan o no las personas el empleo
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