¿Irritación, dolor de cabeza y erupciones? Lamentamos decirte que (tal vez) el edificio donde trabajas quiere tu renuncia. Leíste bien, ¡EL EDIFICIO! El Síndrome del Edificio Enfermo (SEE) son síntomas resultantes de la “contaminación” en espacios cerrados. Como Julianne Moore en Safe (1995), podrías estar expuesto (y también tus colegas) a un ambiente tóxico sin darte cuenta.
La principal causa es la calidad de aire en espacios cerrados. Los síntomas afectan a los procesos cognitivos y la productividad en una oficina. Los principales signos del SEE son:
- Dolor de cabeza (que ocasiona “fatiga mental”)
- Eritemas, comezón, sensación de piel seca (que puede acompañarse de hipersensibilidad)
- Irritación de ojos, nariz y garganta
- Dificultad para respirar y ronquera
- Vértigos, mareo y náuseas
- Recurrencia de enfermedades como sinusitis, eccemas e infecciones respiratorias.
Para ser diagnosticado el SEE deben existir varios casos en un mismo espacio laboral. El problema tiene su origen durante los años 80, cuando la tendencia en construcción era el hermetismo con ventanas selladas. Según la OMS, existen dos tipos de “edificios enfermos”: temporales y permanentes.
Los temporalmente enfermos son inmuebles nuevos o de reciente remodelación. En estos casos, los síntomas desaparecen a los seis meses o al año transcurrido. En los permanentes, las afectaciones permanecen por años, a pesar de las medidas de seguridad.
Algunas causas son:
- Mala infraestructura de ventilación o “respiraderos” en lugares inocuos. Las medidas de ahorro energético en inmuebles herméticos aumentan las posibilidades de sufrir SEE.
- Muchos empleados y poco aire. Los micro-invernaderos llevan a un riesgo colateral: los malos olores. El exceso de olfs (medida de olor por persona) es igual de nocivo que la contaminación ambiental.
- Iluminaciones y ruidos extremos (por escasez y saturación).
- Edificios construidos con material low cost, desgastado o en descomposición.
- Recubrimientos textiles de pisos, paredes y muebles. Se recomienda prescindir de cualquier material que dificulte su limpieza a profundidad.
- Áreas interconectadas; es decir, que baño, comedor, oficinas y cuartos de aseo den al mismo lobby.
- Edificios destinados al sector público (por longevidad y poco control sanitario).
- Por estar en contacto diario con el ozono de fotocopiadoras o químicos de productos de limpieza y desodorantes ambientales.
Nuestra recomendación, trabaja en espacios verdes
Según un estudio, la mejor solución es la implementación de más espacios verdes y de bajo impacto ambiental. Las oficinas verdes compensan el desequilibrio de excesiva emisión de CO2. Esto implica una purificación del ambiente.
Otra solución es evitar los focos de acumulación de polvo y la limpieza regular de lugares de trabajo con paños semihúmedos.
En caso de ser diagnosticado…
Según el artículo 132 de la Ley Federal de Trabajo, tu patrón está obligado a “adoptar las medidas necesarias para evitar que los contaminantes excedan los máximos permitidos”. Si tú y tus compañeros de trabajo se encuentran expuestos al SEE, pueden exigir a sus empleadores mejores condiciones o levantar un reporte ante la COFEPRIS.
¿Sospechas que has padecido el Síndrome del Edificio Enfermo? Compártenos tu experiencia en Redes Sociales.
Crédito de imagen de portada: Leonid Mamchenkov (Flickr)