¿Sabes si tu trabajo actual es el mejor para ti?

Prestar atención a 5 emociones puede darte la respuesta. Conócelas.

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Sucede que pocas veces hacemos una pausa en nuestra rutina para preguntarnos si el trabajo que tenemos en la actualidad es el que soñábamos tener cuando éramos pequeños. ¿Es o no es? ¿Disfrutamos lo que hacemos a diario?

Las cifras podrían decir que no, que en realidad son muy pocos –en serio pocos– los que sienten una satisfacción verdadera con su puesto: 9 de cada 10 mexicanos cambiarían de empleo si reciben una mejor oferta económica (Randstad Workmonitor, junio 2014), y alrededor del mundo, o al menos en 142 países, el panorama es similar: sólo el 13% de trabajadores están comprometidos con su organización (State of the Global Workplace, Gallup, 2011 – 2012).

¿Podríamos «pensar» que nos llevamos bien con nuestro empleo y en realidad «sentir» que no es así? ¿Son cosas distintas?

Sí, las emociones son algo que difícilmente controlaremos, a diferencia de ciertos pensamientos. Así que prestar atención en ellas es un buen parámetro para observar la relación que mantenemos con el lugar en donde trabajamos.

 

¿Duermes bien entre semana?

a) Sí. Sé que al otro día tendré varias tareas por hacer, pero eso no me quita el sueño.

b) No tanto. Incluso dormido estoy preocupado por los pendientes que debo resolver.

 

¿Cómo te sientes los domingos por la tarde?

a) Bien. Disfruto los fines de semana pero no me angustia la llegada de los lunes.

b) Inquieto, raro, incómodo… Me pesa mucho que se termine el descanso y deba regresar a mis ocupaciones.

 

¿El tiempo que pasas en tu empleo se va rápido o lento?

a) Por lo regular, ni miro el reloj. Me enfoco en mis tareas y las horas se van volando.

b) Cada hora es una eternidad. Más en las tardes, es un triunfo la hora de la salida.

 

¿Estás al pendiente de los sueldos y prestaciones de otras personas (familiares, amigos)?

a) No.

b) Sí.

 

¿Cómo te llevas con tus compañeros?

a) Bien. Con algunos convivo más, con otros menos. En general, todo tranquilo.

b) Mal. Entre más pueda evitarlos, mejor.

 

Y tu resultado es…

4 o más respuestas “a”: ¡felicidades, estás en el lugar correcto! Tu vida laboral no interfiere con la personal y tienes motivos suficientes para ir al trabajo y brindar lo mejor de ti.

3 respuestas “a”: bien; sin embargo, puede mejorar. Tal vez el puesto en el que te desempeñas tiene situaciones que no te hacen sentir del todo cómodo. No te vendría nada mal estar abierto a escuchar otras ofertas de empleo.

Dos o menos “a”: desempolva tu currículum y empieza a buscar nuevas oportunidades.

 

“¿Y qué puedo hacer si no es el trabajo de mi vida?”

Sabemos que para muchas personas cambiar de empleo no es tan fácil como parece. Las obligaciones y las mismas necesidades personales son factores de peso para mantenerse en un puesto. Sin embargo, no hay por qué empezar de cero para encontrar una nueva oportunidad laboral. Puedes actualizar tu currículum y lograr que sea visto por los reclutadores mientras tú trabajas.

 

 

Lo ideal es que no esperes a que la situación cambie.

Genera tú las modificaciones que quieres ver en tu día a día y cumple tus metas que soñaste lograr en el pasado.

 

 

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