Tu espalda, rodillas y articulaciones te darán las gracias por leer este tema
En México y en cualquier parte del mundo sabemos que el ejercicio es benéfico para la salud; sin embargo en este país más de la mitad de los adultos no lo realizamos.
De acuerdo con datos del INEGI, el 57.6 % de los mexicanos mayores de edad son inactivos físicamente, lo que significa que alguna vez practicaron un deporte –pero ya no– o que nunca lo hicieron; y las razones para haberse alejado de este hábito son la falta de tiempo o el cansancio por el empleo.
La segunda causa, precisamente, es la que más nos vincula con este artículo: una mala postura en tu lugar de trabajo puede ser la causante de que te sientas agotado.
Conoce la importancia de una acción a la que a veces no le damos la atención debida:
El sedentarismo es igual de dañino que otros vicios. En algunas ocupaciones se destinan más horas a estar sentado (9 horas diarias, en promedio) que a dormir, y mucho más que a caminar.
Esto podría parecer de lo más normal para el actual estilo de vida de las personas. Lamentablemente, no significa que sea lo adecuado para el cuerpo.
Información del periódico Novedades de Quintana Roo señala que “las lesiones de espalda, en especial la lumbalgia o dolor en espalda baja, son la segunda causa de incapacidad laboral (en México), sólo por debajo de la gripe o el catarro”.
Será lógico inferir que 8 de cada 10 adultos sufren dolor de espalda en algún momento de su vida.
¿Qué puedes hacer al respecto? Modificar tu forma de trabajar o el mobiliario de la empresa sería una alternativa; aunque ya en la práctica, algo improbable. Lo que sí puedes hacer es corregir ciertos hábitos:
Por último, sabiendo que no todo el tiempo estamos pendientes de cómo nos sentamos, es viable que a la mitad de tu jornada laboral, o al final del día, liberes la tensión de hombros y cuello por una mala postura. Para ello, aquí los ejercicios publicados en el diario El Economista:
La primera recomendación será que realices los pequeños pero importantes cambios en tu manera de sentarte; la segunda, que terminando de leer este artículo te levantes y camines por unos minutos. La tercera, por supuesto, es que hagas ejercicio hoy, mañana y todos los días.
Cualquier esfuerzo, por muy mínimo, lo agradecerá tu cuerpo.
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