Juzgar y sus implicaciones: lo que dices de otro, dice más de ti

juzgar y sus implicaciones

“Lo que Chana dice de Juana dice más de Chana que de Juana” – Juzgar a otros y sus implicaciones. 

Seguramente has escuchado esta coloquial frase, ¿cierto? E incluso es probable que lo hayas vivido y te hayas encontrado en la situación, de esas veces en las que vas caminando por el pasillo de tu empresa y te topas con alguien que te lleva una buena nueva colmada de juicio y crítica, inclusive a la hora de la comida entre colegas o en esos espacios de ocio entre una y otra ida por el café.

¿Te has dado cuenta cuántas veces al día miras a alguien e inmediatamente le juzgas? Y no vayamos tan lejos, ese alguien a quien juzgas tan duramente también puedes ser tú mismo y lo único que ocurre afuera es que lo extrapolas en tu relación con los demás.

Nuestros juicios son expresión de nuestras experiencias pasadas y refuerzan muchas de nuestras creencias, como por ejemplo: los hombres no valen la pena, todas la mujeres son iguales, estoy gorda, Susana es abusiva, mi jefe es un tirano y ventajoso, la verdad es que a veces pienso que no sirvo para nada,  etc. La lista podría ser inacabable.

La curiosa paradoja es que tus juicios sobre otras personas siempre se vuelven hacia a ti ya que se trata de una visión cargada de tu historia personal, cuando te percates de eso comprenderás que todo juicio es una confesión.

Ojalá pudiéramos ser más empáticos y compasivos con nosotros mismos para poder serlo con las personas que nos rodean.

En otras ocasiones hemos platicado también sobre aquellos momentos en los que dejamos de hacer cosas que nos llenan el alma por darle peso al qué dirán, el juicio de otros nos asusta y nos congela y perdemos autenticidad.

Privamos al mundo de nuestro talento y nos perdemos de nuestra propia felicidad por temor a lo que otros piensan respecto a nosotros cuando como mencionábamos anteriormente: ellos también parten de su propia historia personal y sus creencias.

Pero ¿qué hacer con eso?, ¿qué hacer cuando sienta que estoy juzgando a alguien más y qué hacer cuando sienta temor de hacer algo por miedo al juicio de otros?

Haz las cuatro preguntas de “El trabajo” para desmenuzar pensamientos estresantes: ¿Es eso verdad?, ¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad? ¿Cómo reaccionas cuando tienes ese pensamiento? ¿Quién serías sin ese pensamiento?

No creas todo lo que piensas, además tampoco sabes la historia del otro, no sabes de dónde parte, si para ti mismo tú puedes llegar a ser un misterio imagínate los demás, son sencillamente otro mundo.

Siempre que alguien te haga sentir incómodo con su manera de ser o actuar pregúntate cuándo fue la última vez que te sentiste así y de dónde proviene tu expectativa de que ellos deberían ser diferentes, ¿hay algo que no te estás dando tú y esperas que los demás te den?

No te compares

Muchas veces hacemos juicios porque nos comparamos, cuando hacemos eso restamos energía a nuestros propios proyectos y la invertimos en asuntos de terceros.

¿Te imaginas cómo sería si fueras en una carrera de obstáculos y lejos de enfocarte en la meta te enfocaras en la técnica que lleva el de junto? Claramente perderías, justo eso ocurre en nuestro día a día, nos perdemos de un montón de oportunidades y momentos por poner nuestra energía en el lugar equivocado. Pon el foco en tu proceso y tu realidad.

Si algo te da miedo, practica meditación de visualización creativa; consiste en cerrar los ojos, imaginarte la escena y conectar con la sensación corporal que implicaría estar en el momento deseado, permite que tu mente te lleve ahí y te darás cuenta cómo poco a poco tu cuerpo comenzará a seguirla.

Cuestiónate ¿por qué necesitas aprobación? ¿qué pasa en ti cuando te sientes señalado? Del 100% de las personas al 30% no le importas, a otro 30% no le vas a gustar y al resto quizás si les gustes.

En realidad sería muy aburrido gustarle a todo el mundo y una persona auténtica vive con eso porque la autenticidad tiene un precio y el precio es que no le vas a gustar a todos, sin embargo el regalo de la autenticidad es el PODER PERSONAL.

Espero que ésta entrada a nuestro blog te aporte elementos para ser más tú y espejear tu mejor versión, si sanas tú te juzgarás menos y juzgarás menos a quienes te rodean, lo que significa que tendrás relaciones más sanas y amorosas en todas las áreas de tu vida.

Si dicen que el conocimiento es poder, imagínate todo el poder personal que nos regala el autoconocimiento.

Por: Rosario Cardoso

Soy Rosario Cardoso,  te invito mediante la práctica de yoga corporativo, el desarrollo humano y el mindfulness organizacional, a reconectar contigo y con tu cuerpo, a conocerte y ser tu mejor versión. 

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