Éstas son las habilidades socioemocionales favoritas de los reclutadores

habilidades socioemocionales

Hemos hablado de la importancia de contar con un perfil cada vez más completo, y eso también incluye a las habilidades socioemocionales, cuya importancia es más grande de la que podríamos imaginar.


Las habilidades son las capacidades que tenemos para lograr o alcanzar un resultado, meta u objetivo, y aunque algunas personas pueden tenerlas de forma nata, todas pueden ser desarrolladas, solo es cuestión de ponerlas en práctica.

¿Por qué son tan importantes las habilidades socioemocionales?

Existen las habilidades personales, las laborales, las deportivas, las directivas, las habilidades técnicas, y todas y cada una de ellas son valiosas e importantes, además de valoradas y solicitadas por las empresas.

Sin embargo, un profesionista con los conocimientos, las experiencia, la trayectoria, los estudios y las habilidades técnicas, sin habilidades socioemocionales, dista mucho en ser la referencia de profesionista ideal de los estándares actuales. 

Los cambios que ha experimentado la sociedad también incluyen una transformación en los paradigmas sociales, lo que nos ha llevado a tener una mayor estima de las emociones, de los sentimientos y las actitudes.

Actualmente no solo basta un impresionante perfil técnico, sino que también debe estar bien complementado con un lado humanístico y un buen balance emocional. Es por eso últimamente se habla más de líderes en lugar de jefes, de la capacidad de comprender a nuestros colaboradores y la importancia de un buen estado anímico para obtener mejores resultados; ahí radica parte de la importancia de las habilidades socioemocionales.

¿Cuáles son las habilidades socioemocionales más solicitadas?

Aunque puede sonar sencillo, muchas veces el adquirir o pulir este tipo de habilidades puede ser un poco más complicado, ya se por nuestro carácter, nuestro comportamiento o nuestro temperamento, por eso que muchas veces son incluso más valoradas.

Resiliencia.
La capacidad de responder y sobreponerse a situaciones o eventos estresantes, difíciles o traumáticos. Después de un año cargado de desafíos y escenarios que no imaginamos enfrentar, esta habilidad cobrará mayor relevancia.

Creatividad.
Pese a la creencia popular, esta habilidad va más allá de la capacidad visual o auditiva (como obras de arte o música), ya que está enfocada más a la búsqueda de diferentes caminos para obtener un resultado.

Adaptabilidad.
¿Cuántas veces no hemos escuchado de situaciones en las que las personas no logran encajar en sitio nuevo? Ser capaces de encontrar la forma de sobrellevar o cambiar algunos hábitos o rutinas es importante, ya que lo único constante… es el cambio.

Empatía.
No necesitamos entender al 100% la forma en la que se siente otra persona, o buscar la forma de imaginar lo que está sintiendo; lo importante es ser consciente de que la otra persona está atravesando por una situación o proceso diferente al nuestro, y que todos reaccionamos diferente ante los estímulos o eventos, por lo que ser comprensivos y respetuosos es vital. 

Comunicación asertiva.
Aprender a comunicarnos no siempre es fácil, y aprender a hacerlo en el momento adecuado con las palabras y el tono oportunos es un reto mayor, pero una de las habilidades más importantes, especialmente cuando estás rodeado de un gran grupo de personas. 

Inteligencia emocional.
Tener el control de nuestras emociones, ser capaces de dominar nuestro enojo o nuestra frustración son claves para lograr metas y objetivos, pero, sobre todo, para poder enfrentar retos y obstáculos. 

Relaciones personales.
Esto puede ser un poco más complicado para las personas tímidas o reservadas, pero así como la colaboración o el trabajo en equipo son muy importantes, el ser capaces de relacionarnos con los demás, también; nunca sabrás cuándo necesitarás la ayuda de un compañero de otra área o, incluso, de tu vecino.

Conciencia social.
Comprender que estamos rodeados de más personas y que éstas también sienten, se frustran, se enojan o tienen que enfrentar se a diferentes situaciones ayuda a generar una interacción positiva. Además, ser conscientes de que lo que hacemos también puede influir en los demás?

¿Cómo puedo mejorar mis habilidades socioemocionales?

Aunque la mayoría de estas habilidades se desarrollan durante la infancia, como mencionamos al principio, las habilidades pueden adquirirse con el tiempo y la práctica. Por ejemplo: si deseas mejorar tu comunicación asertiva, aprender a escuchar es lo primero; o, si tu objetivo es el control de tus emociones, escribe… ya sea un diario o pequeñas notas donde narres cómo te sientes, analiza qué lo provocó y aprenderás a lidiar con ello.

Y, lo más importante, no te estreses o te rindas, el mejorar o adquirir habilidades no es algo que se logre de la noche a la mañana, necesita tiempo, paciencia y mucha, pero mucha, práctica.