Muchas veces en el trabajo nos pasa de todo, vivimos experiencias de todo tipo: divertidas, tristes, de angustia… Y algo que sin duda no debe faltar son las experiencias de terror.
Les pedimos a nuestros usuarios de Facebook que nos compartieran las historias más aterradoras que han vivido durante el trabajo. ¡La participación fue muy buena!
Te recomiendo que te pongas muy cómodo y si eres un poco miedoso, será mejor que las leas acompañado.
Risas en el pasillo
“Todos se fueron a comer, me quedé sola en la oficina, 5 minutos después escuché una risa y que corrían en el pasillo; me levanté rápido a revisar si habían regresado y no había nadie. Se me enchinó la piel”: Hye Lopéz.
Cosas pendientes por contar
“Trabajo en un hospital. En una ocasión una persona llegó grave, durante un momento me detuve a descansar y sentí que me tocaron el hombro, como si me estuvieran diciendo: ‘Estoy aquí‘. Sentí la presencia. Quizá era la señora que algo quería decirme“: Patricia DzCo.
¿Quién anda ahí?
“Trabajaba en el área de Administración. Un día nos quedamos los auxiliares y el contador trabajando hasta tarde, ese día la puerta estaba cerrada y escuchamos que la manija se abría, como si alguien la estuviera moviendo, vimos que la puerta se abrió lentamente, el contador se acercó a ver la puerta y cuando la iba a tomar de la manija se cerró sola”: Bibi Dorame.
Dinero, ¿en dónde estás?
Una vez no encontraba unos cheques para pagar una demanda a un excolaborador; eran como $60 000. Me vi toda mi vida trabajando para recuperar ese dinero . Por suerte más tarde aparecieron: Monse Sánchez.
El miedo de todos
Me pasó en el baño, llegué corriendo y al terminar me percaté de que no había papel. En ese momento se apoderó de mí el terror de tener que usar los calcetines, cuando de pronto en el suelo miro la silueta de los pies de alguien en el baño de al lado y le digo: “Oye, compa, me pasas unos 60 cuadros de papel, y sólo me pasó los papeles, al salir del baño me doy cuenta que el baño de a lado siempre estuvo desocupado: Jorge Cancino.
Consejo anónimo
“Una vez en mi extrabajo tenía que subir a un tanque para verificar la presión con la que se estaba trabajando. Subí dos escalones y un trabajador me tomó de la mano y me dijo: “Inge, no”. Lo sentí y lo vi con bata azul, pero todos traían bata blanca. Solté su mano en el momento ya que me asustó y me agarre de la escalera, bajé y lo busqué para que me dijera qué pasaba, y para decirle por que traía bata azul. ¡Nunca lo encontré!”: Pau Mérida.
¿Por qué corres?
“En la empresa donde trabajaba, cuando me quedaba a trabajar hasta después de medianoche, se escuchaba en el piso de arriba cómo corrían de un lado a otro. Un día le dije al vigilante que por qué corría, a lo cual me contestó que ese día no había subido a ese piso e incluso las luces estaban apagadas”: Joan Osmar Puga.
