En época de crisis cuida lo que piensas

Sabemos que esta cuarentena está siendo un ejercicio bien fuerte y que hay momentos en donde la mente se apodera tanto de nosotros que sin querer le damos el control de nuestra realidad.

Y es que como sabemos, los pensamientos producen emociones, sentimientos y así es como co-creamos realidades.

Grandes sabios nos han invitado a no creer todo lo que pensamos, ya que nuestro pensamiento se reduce a lo que percibimos (erradamente muchas de las veces) pues sólo logramos darnos cuenta de una escena de la película.

También hemos dicho que una de las cosas que con frecuencia pasa es que nuestra mente se ancla a eventos que ya ocurrieron y que eso nos impide disfrutar del presente y así es como nos inventamos historias que nos contamos a diario y fijamos nuestras creencias que tarde que temprano nos regalan patrones de comportamiento que son comandados por nuestro inconsciente.

¡Uf!, suena complejo, ¿verdad?…

Esta vez quiero compartirte una metodología creada por una mujer llamada Byron Katie: “The work” ( “El trabajo”), prácticamente consiste en desmenuzar pensamientos estresantes, esto te permitirá quitarles poder y hacerte responsable de lo que te toca…

sí, es la parte más difícil, porque al reconocer que somos dueños y señores de nuestra propia mente y cada pensamiento que ahí nace no nos queda más que hacer lo que tengamos que hacer para tener autocontrol mental y emocional, así que  para accionar  te comparto la técnica.

Siempre que llegue a tu mente un pensamiento de juicio, enojo o fantasía catastrófica y hagas alguna afirmación crítica hacia alguien o hacia alguna circunstancia harás el siguiente ejercicio, pongamos el siguiente ejemplo:

“Uf, esta situación es tan crítica que me quedaré sin dinero”

  1. ¿Es eso verdad?

Tomate un espacio para hacer la indagación con la mente en calma para que esta pueda hacer la pregunta una y otra vez hasta que sientas que emerge una respuesta. Esto es como zambullirse al agua, no hay respuestas correctas o incorrectas, podrías incluso sentir tu respuesta perturbadora pero será necesario que te pares ahí.

  1. ¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad?

¿Puedo real y objetivamente afirmar que lo que estoy pensando es 100% verdad?

Muchas veces lo que nos produce dolor es la interpretación que le damos a las cosas. Recuerda que nada es personal, así que sumérgete en la pregunta y escucha todo lo que recibas de ti.

  1. ¿Cómo reaccionas cuando tienes ese pensamiento?

Haz una lista de todo lo que te produce ese pensamiento recurrente y de todas tus reacciones, profundiza en tu interior y date cuenta cómo te tratas en esa situación y las personas involucradas (te enojas, avientas la puerta, bajas la calidad de tu trabajo, llegas tarde a trabajar, dejas de comer, duermes de más, te deprimes etc.). También, observa qué pasa en tu cuerpo y en dónde sientes el malestar: Cuando piensas en eso, ¿te duele la cabeza?, ¿sientes cosquilleo? ¿en dónde?, ¿te sientes débil? ¿te sofocas? ¿te duele la espalda? etc.

Mira todos los efectos que advierte en ti esa idea y el precio que pagas por apegarte a ese pensamiento.

  1. ¿Quién serías sin ese pensamiento?

Ahora sí considera quién serías sin esa idea, cierra los ojos e imagina cómo te sentirías sin ese pensamiento sin fundamento

Una vez que hayas realizado esa afirmación habrás de invertirla escribiéndola como si la hubieses hecho sobre ti. Piensa que puedes trabajar con varias afirmaciones a la vez.

“Uff, estoy en un estado mental tan crítico que me muero de miedo de perder mis ingresos”.

Y así vuelve a la indagación con las mismas preguntas pero ahora invirtiendo los sujetos y hablando en primera persona y descubrirás cosas muy interesantes como por ejemplo:

“Este es un estado mental, si cambio mi estado mental probablemente podré encontrar tranquilidad, si me relajo un poco me daré cuenta que es una fantasía y que probablemente hay oportunidades que no estoy viendo. Hoy, aquí y ahora tengo todo lo que necesito y el futuro no existe”.

Recuerda que todo es una proyección, todo es un espejo y que en realidad no vemos al mundo como es sino como somos y que sin importar todo lo que esté ocurriendo a tu alrededor tú puedes cuidar tu propia energía y salud si aprendes a filtrar tus pensamientos.

Intenta hacer este ejercicio y verás que incluso esta situación nos está enseñando algo.

Los pensamientos están y estarán, nuestra tarea es observarlos y desmenuzarlos hasta lograr tocar nuestra propia herida y darnos cuenta que muchas de las cosas que vivimos son asuntos no resueltos de mucho tiempo atrás, es liberador darnos cuenta de que es nuestro tema y una vez que nos damos cuenta inmediatamente comenzamos a atraer a otro tipo de personas y circunstancias a nuestra vida.

Dicen por ahí que cuando el alumno está listo aparece el maestro pero que cuando el alumno está realmente listo, el maestro se va.

Nada es casualidad, todo son oportunidades de crecimiento y expansión, verás que una vez que logres encontrar la raíz de esos pensamientos que te estresan les restarás fuerza y poder hasta que dejan de perturbarte porque los transmutas a partir de ti.

Pasará, también esto pasará y te firmo que estarás bien, porque hay flores que nacen en el asfalto.

 

Por: Rosario Cardoso

Soy Rosario Cardoso,  te invito mediante la práctica de yoga corporativo, el desarrollo humano y el mindfulness organizacional, a reconectar contigo y con tu cuerpo, a conocerte y ser tu mejor versión. 

Escucha el podcast “Alma en conexión” con Rosario Cardoso

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