Deportes… 4 lecciones para aplicar en el trabajo

No hace falta mencionar las bondades que tiene hacer ejercicio, de cualquier forma más de la mitad de los adultos mexicanos no lo realizamos.

No hablaremos de cifras ni de lo malo que es no hacerlo: ya lo sabemos y cada quien tendrá sus motivos.

Sin embargo, los deportes y el trabajo tienen una relación más cercana de lo que parece:

  • ¿Tuviste un día estresante? Sal a correr y despeja tu mente.
  • ¿Quieres probar una actividad extrema antes o después de laborar? Intenta llegar en bicicleta a tu empresa o a tu casa, sobre todo si vives en una ciudad con miles de autos.

Para algunos el deporte es entretenimiento (¿eres de los que apoya a su equipo cada fin de semana?), para otros es un estilo de vida (¿vas al gimnasio y cuidas con esmero tu alimentación?) y para varios más es una forma de socializar (¿juegas con tus amigos los sábados y domingos?).

Lo importante es que para todos puede ser la forma de ver el trabajo de un modo distinto.

Es aquí, entonces, cuando te proponemos una pausa en tu rutina para que conozcas estas historias.

 

Olvida el resultado, enamórate del proceso

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James Clear es emprendedor, le gusta levantar pesas y escribir en un blog personal.

Investigando, descubrió que uno de los secretos que separa a los aficionados de los profesionales –en cualquier deporte– es olvidarse un poco de las metas y más bien disfrutar el proceso que lleva a lograrlas.

Por ejemplo:

Si tu objetivo es ser gerente o director de una compañía, no debes atormentarte con la idea de escalar y escalar posiciones en poco tiempo; más bien necesitas enfocarte y sentirte bien con el puesto que ocupas en este momento y con la forma en la que estás preparándote para un reto superior.

Las metas nos apresuran, nos hacen pedir resultados inmediatos; los procesos nos hacen avanzar poco a poco, a paso firme.

 

Incluso teniendo talento, fallarás, y es bueno aceptarlo

El mejor basquetbolista de todos los tiempos te explicará este punto, que, sobra decirlo, aplica totalmente en tu día a día laboral.

 

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Habla menos, demuestra más

Yelena Isinbayeva es una leyenda rusa en el salto con pértiga: posee 28 récords mundiales y va por más. Lo interesante es que pocas veces alardea lo que consigue o planear conseguir.

Una de sus frases más conocidas es “No me gusta hablar, me gusta hacer”, y la cumple.

¿Cuántas veces no has sentido la necesidad de presumir tus nuevos proyectos o tus últimos logros ante tus compañeros o con los mismos jefes?

Deja que tu trabajo hable por sí solo.

También puedes leer: Las 9 personalidades que más mal caen en la oficina.

 

 

¿Qué diablos importa la competencia de tu alrededor?

Marla Runyan 2000 Olympic Games Sydney,Australia Photo: Victah@Photo Run

Marla Runyan fue la primera atleta legalmente ciega en participar en unos Juegos Olímpicos (Sídney 2000) y logró colarse a la final de los 1500 metros.

“Corro sin ver más que la pista despejada justo delante de mí. No sé cuántas corredoras tengo delante o detrás. El grupo de competidoras es un ser multicolor. Siento la suave curva que indica el inicio de los últimos 200 metros y el sprint final. Ahora estoy compitiendo contra personas individuales pero ¿quiénes son? ¡Y qué más da! Saber sus nombres no me va a facilitar ganarles”.

En el mundo laboral las comparaciones suelen ser de lo más comunes. Pero tal y como dice Runyan: “¡Y qué más da!” Estar midiéndote con los demás no hará más sencillas tus funciones, probablemente todo lo contrario.

El maratón siempre será contra ti mismo.

 

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