10 pretextos para cuando llegues tarde al trabajo

Si eres de los que por más que lo intenta, nunca llega a tiempo, te decimos 10 pretextos que puedes aplicar en tu trabajo para cuando llegues tarde.

La puntualidad es un requisito indispensable en la mayoría de las empresas en México. También en México, llegar temprano se vuelve una experiencia casi imposible con el tráfico, el transporte público y los accidentes viales que suceden a diario.

“Había mucho tráfico”

Es quizá la excusa más usada pero la que nunca falla:

“El periférico estaba cerrado”

“Están repavimentando las calles de mi colonia”

“El viaducto es un caos por las reparaciones”.

“Me quedé sin gasolina” (Problemas con el coche)

Utilizar el coche como pretexto es de lo más creíble. Los frenos, la gasolina, una llanta, un cristalazo… Asegúrate de no aplicarlo tan seguido pues tu jefe no creerá que tienes tanta mala suerte con tu auto.

“Me subí a la ruta equivocada” (Transporte público)

Si usas transporte público, puedes echarle la culpa al chofer o medio que utilizas y decir algo así:

“Venía con el tiempo perfecto para llegar pero cuando me subí a la combi, me quedé dormido y al despertar me di cuenta que había llegado a la base”

“Siempre tomo la misma ruta pero hoy se fue por otro lado y me dejó lejísimos”

“Siempre me voy en combi al suburbano, tomo el metro Buenavista, trasbordo en Guerrero y me bajo en Chabacano… Ahí fue cuando me atoré con la gente, jefe”.

“Perdí las llaves de mi coche”

Otro viejo truco: decir que perdiste las llaves del coche o de tu casa.

Es una excusa perfecta si sólo llegas unos minutos después de tu hora de entrada. Nadie se tarda más de 1 hora buscando las llaves del coche.

“Me asaltaron en la combi”

Es un buen pretexto si sabes actuar y dramatizar las cosas. Un asalto en el transporte o en la calle te da chance de que tu jefe entienda que estás en shock, con miedo y que tal vez te quedaste sin dinero para ir a trabajar.

¡Toca madera para que no suceda realmente!

“Tuve que ir a una junta escolar”

Si tienes hijos, ¡úsalos de pretexto! Puedes decir algo así:

“Fíjese que me llamaron de la primaria de mi hijo porque tiene un IQ muy alto y quieren adelantarlo”

“Hubo una junta en la escuela de mi hijo para ver qué se hará en las pastorelas”

“La directora nos citó para decirnos que todo estaba bien en las estructuras y es un lugar seguro para nuestros hijos”

“Me quedé sin luz/agua/gas”

Algo que a todos nos ha pasado es habernos quedado sin algún servicio básico. Sin agua o sin gas, ¿cómo te preparas para ir a trabajar?

Lo malo de esta excusa es que puedes quedar como un moroso al no pagar tus servicios a tiempo.

“No se secó mi ropa”

Para hacerlo más creíble, puedes humedecer tu camisa o pantalón para que vean la evidencia.

“Fíjese que lavo a mano y  mi ropa no se alcanzó a secar; traté con un ventilador, con la plancha y no pude hacer nada”

“Tengo diarrea”

Puedes utilizar de pretexto enfermedades como migraña, gripa y hasta diarrea.

“La comida de la fonda me hizo mal y me la pasé toda la noche en el baño. Tuve que ir al doctor porque la venganza de Moctezuma estuvo fea

“El cambio de horario me afectó”

Esta sólo la puedes utilizar dos veces al año pero es muy válida para cuando se adelanta el horario.

“¿Ya cambió el horario? No me di cuenta, pensé que apenas eran las 9” 

“El cambio me descontroló el sueño, jefe” 

¡Tampoco abuses! Si los aplicas diario, quedarás como un mitómano, impuntual y poco profesional.

 

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