Emprender es un proyecto primordial para el grueso de la población millenial. Sin embargo, muchos de esos empresarios potenciales jamás han tenido asesorías de mejores prácticas ni cuentan con referentes que impulsen su entusiasmo por comenzar un negocio.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) cerca del 99% de las unidades empresariales son Pequeñas y medianas empresas (Pymes), las cuales producen el 72% del empleo del país y el 52% del PIB.
Entonces, crear una Pyme no es una idea descabellada en la actualidad, ya que estas organizaciones emergentes (startups) integran gran parte de la economía nacional. Lo más importante es tomar iniciativa y superar los primeros obstáculos:
El burocratismo
Es una realidad que debemos afrontar: no podemos levantar una empresa sin instituciones (ya sean financieras o privadas). Aunque las corporaciones anuncian y promueven toda una gama de apoyos al pequeño inversionista, lo cierto es que no existen facilidades para acceder a ellos.
La recomendación, de quienes han logrado comenzar un negocio, es unir fuerzas con todos tus contactos o familiares y adecuar tu proyecto a un presupuesto real y finanzas sustentables. Si logras conseguir alguno de los nuevos apoyos gubernamentales, será un plus a la inversión y no una necesidad urgente.
Esto implica solucionar tu situación financiera. Antes de comenzar un negocio, debes planear un plan de gastos y pagos. El punto es llegar a la formalidad financiera perfecta, para requerir lo menos posible del sistema burocrático.
Los socios
¿No quieres subir al barco a personas de más? Es válido tener desconfianza, pero también es cierto que dividir responsabilidades es muy saludable para cualquier organización. Recuerda que las sociedades son benéficas para el logro de metas.
¿Cómo elegir al socio perfecto? Esquematiza las necesidades de tu empresa y busca a la gente que pueda aportar soluciones para fortalecer los cimientos. Tarde o temprano tendrás que sumar a más gente al equipo (con quienes compartirás el timón).
La competencia
Como recordarás, el primer paso del proceso de compra es encontrar necesidades en consumidores potenciales. Desde que un proyecto de negocio pasa por tu mente, te enfrentas al peor enemigo: la competencia. Un estudio de mercado debería ser tu segundo paso.