El poder de la palabra “NO” (cuestión de amor propio)

Aprender a decir “no” es un tema de asertividad y también de poder personal, por eso diremos que hay mucho de fondo en nuestros “SÍ”. Hay toda una historia detrás que vale la pena explorar en todos los planos. El poder de la palabra “no”.

Lo que se calla se va juntando en el cuerpo, se manifiesta como enfermedad y por supuesto que provoca un enojo que  crece imparablemente dentro de nosotros. Somos una unidad psicosomática y no saber decir que no trae de regreso ese enojo con nosotros mismos.

Además, hay emociones que el cuerpo deja de sentir dado que ya las acorazó. Usamos parte de nuestra energía para suprimir la expresión sofocando nuestro deseo y vitalidad.

La invitación hoy es observar nuestra evolución y nuestra consciencia, a comprender qué es lo que nuestro cuerpo refleja, lo que nos permitimos y no, a experimentar placer a través de la expansión y angustia a través de la contención y a explorar cuáles son los precios que pagamos por decir que sí cuando queremos decir no.

A través del cuerpo vamos validando lo aprendido,  a rescatar el precio pagado que implican  nuestras máscaras y la máscara tiene que ver con esa faceta  de nuestra personalidad que aprendimos a vestir con el YO  IDEAL.

La máscara se fuerza a estar y a ser sostenida y marca un estándar y que cuando no se cumple, la narrativa es desgastante.

Y entonces cuando aprendemos a decir “TE QUIERO PERO NO QUIERO” es cuando somos bienvenidos a la edad adulta.

¿Qué pasa si te permites ser tú a partir de reconocer tu máscara de inicio, dándote cuenta de lo que ganas cuando dices sí queriendo decir no y cuando dices no queriendo decir sí?

Remover lo que va en contra de nuestra propia naturaleza tiene que ver con a qué le decimos que  sí y a qué le decimos que no, porque cuando decimos sí queriendo decir no o viceversa suprimimos nuestra propia vitalidad y la energía en el cuerpo se estanca y en general se estanca todo en la vida porque todo está conectado y una decisión en una de nuestras dimensiones afecta todas las demás.

Es tal el poder de la palabra que cuando decimos no con firmeza, el universo nos da lo necesario para que eso se cumpla, es como si se abrieran puertas a nivel energético que nos permitirán escalar a nivel consciencia y cuando faltamos a nuestra palabra generamos deuda con el universo y eso es karma.

Se trata de ser más auténticos en cada momento, de recuperar nuestro poder y nuestro autoconcepto, de comprender que quien  nos quiere se quedará y que quien se va es porque energéticamente no hace match con nuestra esencia.

Nuestros sí´s y nuestros no´s tienen una intención y la intención no se esconde, lo que genera los efectos no son las acciones sino la intención que le ponemos, así que si decimos que sí queriendo decir no eso se revira y entonces nos saboteamos de la manera más inconsciente.

Y tú, ¿a qué le dices hoy NO?

Deseo que seamos más valientes, que le quitemos capas a la cebolla y nos entreguemos de manera más genuina, que entendamos que la asertividad y el marcar límites empiezan con nosotros mismos desde que abrazamos cada cosa que sentimos, desde la emoción más sublime hasta la más perturbadora.

Y sí, así es como removemos todo eso que va en contra de nuestra propia naturaleza y vamos reconectando de a poco con nuestro ser esencial, así logramos un corazón más libre y sano y así es como nos cumplimos lo que nos prometemos.

Por: Rosario Cardoso

Soy Rosario Cardoso,  te invito mediante la práctica de yoga corporativo, el desarrollo humano y el mindfulness organizacional, a reconectar contigo y con tu cuerpo, a conocerte y ser tu mejor versión. 

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