Es posible que creamos que mucho del éxito personal o profesional que llegamos a tener en la vida es gracias a lo que le decimos a los demás: nuestra forma de expresarnos. Sin embargo, más allá de las palabras existe toda una serie de codificaciones que de forma inconsciente hacemos notar a las personas: nuestro lenguaje corporal. ¿Estamos felices, aburridos, enojados, tristes?
En las entrevistas de trabajo (o videollamadas a raíz del covid-19) tal vez creamos que lo tenemos todo controlado: sabemos las respuestas para las preguntas más frecuentes, repasamos mentalmente los modales/actitudes que debemos llevar a cabo, pero… ¿y si las manos o los ojos o un movimiento involuntario refleja otra cosa? Te explicamos cómo manejar este tipo de señales frente a los reclutadores.
¿Qué es el lenguaje corporal?
El lenguaje corporal es el comportamiento que tienes (gestos, postura, tono de voz, contacto visual…) mientras interactúas con una o más personas y que comunica (aunque no estés consciente de ello) diversas señales o información que verbalmente no haces presente. Incluso permaneciendo todo el tiempo en silencio tu cuerpo es capaz de externar cosas.
Es posible que en ocasiones lo que hablas o platicas con las personas se corresponde con lo que tu lenguaje corporal dice; sin embargo, en ocasiones, no es así, lo que puede ser una señal de que estás mintiendo o simplemente no estás diciendo todo lo que piensas.
En las entrevistas de trabajo es importante saber cómo nos comportamos, para conectar mejor con los reclutadores y para generar mensajes que transmitan completamente tu sentir y tu pensar.
Significados del lenguaje corporal
La mirada
Bien dicen que los ojos son la ventana del alma. ¿No te ha pasado que cuando alguien está hablando contigo y te mira fijamente irradia tanta seguridad que a veces intimida?
Lo mismo pasa con el entrevistador. Aunque se trate de una videollamada y ambas personas no estén cara a cara, si evades la pantalla al tratar de responder, constantemente estás poniendo atención a otros detalles por el simple nervio inevitable, denotarás inquietud y tensión.
La recomendación es tratar de controlar tus ojos, dejando entrever que eres una persona respetuosa, firme, segura y, sobre todo, sincera.
Gesticulación de las manos
Uno de los aspectos más difíciles de controlar. Es completamente normal que al encontrarnos hablando, apoyemos nuestras explicaciones con las manos, pero OJO: nunca debe ser excesivo.
El movimiento brusco y desmedido puede que llegue a distraer al reclutador, incluso llegando a causar cierto nerviosismo en él. Lo mejor es mantenerlas equilibradas a nuestra conversación, de manera que sirvan como apoyo y fortaleza a nuestras palabras. (Aplica igual en las videollamadas: mostrar las manos refuerza tus mensajes pero moverlas mucho puede distraer e incluso malinterpretar tus mensajes.)
En este punto igualmente podemos abordar la manera en que saludamos al entrevistador. Recuerda que la primera impresión es básica, por lo que el saludo debe ser seguro, con energía y decisión.
Busca nunca tener las manos dentro de los bolsillos o cruzados de brazos: denota indiferencia, prepotencia y poca educación.
Postura corporal
La forma en que te sientas habla mucho de tus sentimientos en ese momento y se nota incluso si están viéndote por Zoom. Por ejemplo, si te apoyas demasiado atrás puede que el reclutador lo perciba como una falta de interés y si lo haces muy adelante, demuestras nerviosismo e intranquilidad.
Debes adquirir una postura donde te sientas cómoda(o), repartiendo equitativamente el peso de tu cuerpo para evitar el cansancio durante la entrevista. No olvides que si te mueves constantemente estarás expresando a gritos aburrimiento o desinterés. Es como decir: “Tengo prisa por terminar la plática”.
Es mejor si muestras una sonrisa: ¿tendrán razón cuando aseguran que una sonrisa dice más que mil palabras? ¡Efectivamente!
Además de que expresarás que eres una persona agradable y amigable, puede ser un excelente canal de comunicación. En este punto también debemos evitar la exageración, ya que si lo haces exageradamente puede convertirse en una especie de mueca, dando la impresión de que es vacía o fingida.
Tono de voz
Más allá de los que dices, “cómo” lo dices es igual o más relevante: ¿con emoción, casi susurrando las cosas, con un poco de fastidio? Piensa en qué tan convincentes sonarían las ideas que expresas si las dijeras con otra entonación, seguro en más de un caso podrías dar a entender otra cosa sin que tu intención sea esa.
Ejemplos de lenguaje corporal
Aquí les compartimos 23 claves de lenguaje corporal y lo que reflejan en una entrevista (sea presencial o por videollamada):
Acción | ¿Qué refleja? | |
Acariciarse la quijada | Toma de decisiones | |
Entrelazar los dedos | Autoridad | |
Dar un tirón al oído | Inseguridad | |
Mirar hacia abajo | No creer en lo que se escucha | |
Frotarse las manos | Impaciencia | |
Apretarse la nariz | Evaluación negativa | |
Golpear ligeramente los dedos | Impaciencia | |
Sentarse con las manos entrelazadas detrás de la cabeza | Seguridad y superioridad | |
Inclinar la cabeza | Interés | |
Palma de la mano abierta | Sinceridad y franqueza | |
Caminar erguida(o) | Confianza y seguridad | |
Manos en las caderas | Buena disposición para hacer algo | |
Jugar con el cabello | Falta de confianza / inseguridad | |
Comerse las uñas | Inseguridad / nervios | |
Mirar hacia el piso | Aburrimiento | |
Unir los tobillos | Aprensión | |
Manos agarradas hacia la espalda | Furia, ira, frustración | |
Piernas cruzadas, balanceando el pie | Aburrimiento | |
Brazos cruzados | Actitud defensiva | |
Manos en los bolsillos | Abatimiento | |
Manos en las mejillas | Evaluación | |
Frotarse un ojo | Dudas | |
Tocarse ligeramente la nariz | Mentir, dudar o rechazar algo |
Nuestra recomendación es que, aunque es imposible estar consciente de todos y cada uno de los movimientos que tenemos mientras conversamos con una persona, intentes siempre ser coherente entre lo que dices y tu cuerpo expresa.
En el mejor de los casos eso reforzará el entusiasmo o la energía positiva que tienes frente al reclutador; sin embargo, en el peor de los escenarios, tal vez mientras tú intentes comunicar lo mejor de ti, tu cuerpo esté gritando que se siente incómodo, inseguro o a la defensiva.