Están los que dicen que sí, que es necesario y benéfico para la productividad.
Están los que dicen que no, que lo personal y lo profesional debe separarse.
¿Tener amigos en el trabajo?
Es un tema muy subjetivo –sí, casi todo en este mundo es subjetivo, pero hay cosas que lo son más y otras que lo son menos– y cada persona tendrá su opinión de acuerdo a lo que ha vivido y vive actualmente en su empleo.
Es justo aclarar que no es lo mismo ser un gran compañero de trabajo a ser amigo de alguien en el trabajo. Que en esos lugares en donde conviven diferentes hombres y mujeres la confianza debería entenderse como algo “esencial” y la amistad como algo “elegible”.
También es bueno decir que cada generación lo interpreta distinto: para los millennials las relaciones laborales son parte de su motivación diaria, mientras que para los baby boomers eso no influyó ni tuvo efecto alguno en su rendimiento profesional.
Pues bien, las opiniones en la web son variadas sobre este asunto. Así que quisimos leerlas y compartirlas contigo para que crees un argumento propio. Aquí las tienes:
¿Sí?
Sí, por las muchas horas que se pasan en el empleo, porque somos seres sociales, porque es un buen espacio para formar redes profesionales, porque puede ayudarnos a explicar y entender el comportamiento de nuestros compañeros, porque es una manera de subsistir en un clima laboral adverso, y varias más que se mencionarán posteriormente.
¿No?
Difícilmente alguien dirá que no, a menos que haya sufrido una mala experiencia. En ese caso, es común encontrar argumentos como el exceso de confianza para incumplir tareas –o para no entregarlas a tiempo–, por no saber distinguir entre la información pública y la privada, por la preferencia que puede haber hacia ciertos colegas, por las envidias, por los celos, etcétera.
¿Cuándo?
Siempre que sea posible. Si bien es cierto que las amistades se van dando con el tiempo y la cotidianeidad, llevar una relación sana con los demás es clave para evitar un ambiente laboral tóxico. ¿Sabes si en tu empresa respiras una atmósfera dañina? Descúbrelo.
Pero también es algo que debe tomarse con calma. No puede buscarse desde el primer día en un nuevo sitio ni estar hablando de cuestiones personales todo el tiempo. Hay que analizar bien el momento adecuado para cada cosa.
¿Por qué?
Porque, aunque no queremos parecer optimistas profesionales, hay buenas razones para compartir confianza y afecto desinteresado en el trabajo:
¿Tienes amigos en el trabajo? ¿Cómo influyen en tu productividad? Compártelo con nosotros