Siempre me he preguntado: “¿Por qué cuando uno estudia y se dedica a ciertas áreas como son las creativas, la gente no las valora como lo hace con muchas otras carreras?” Y no sólo eso, sino que muchos piensan que esa carrera que eliges es “de mientras” o que simplemente la elegimos por hacer un hobbie.
En mi experiencia, haber estudiado Comunicación y producción de cine, me convirtió en ser la “todóloga” de amigos y familia. Lo que todavía no logran entender, es que cuando elegí Comunicación, no lo hice porque fuera fácil o sin tanta complicación, sino porque me divierte y me gusta lo que hago y creo.
Si uno va al médico, él te cobra el tiempo de consulta, sin importar si tarda 10, 15 o 30 minutos, eso no importa. Él cobra por su conocimiento y por haberte resuelto un diagnóstico en el menor tiempo posible.
Y es cuando me pregunto… ¿Por qué con el sector creativo esto no sucede? ¿Por qué muchos piensan que el trabajo de quienes creamos y generamos contenidos audiovisuales, diseños, ideas, no tiene el mismo peso ni dificultad que las demás carreras? Muchas veces pienso que nos ven como una fábrica de favores.
¿Cuántas veces no te ha pasado que te piden un favor y les dices sí a todo?
Me pasé muchos años de mi vida respondiendo al: “Echame la mano con un logo”, “Ayúdame con un video corporativo”, “Es fácil, no tienes que hacer nada, sólo métele fotos, música y listo”, “No tengo dinero para pagar, pero te invito a comer”, “Ayúdame con un promo para el lanzamiento de mi producto”…
Hasta que un día me pregunté, ¿por qué me costaba tanto trabajo decir que “no” ? y el día que lo empecé a hacer, sentí una gran paz interior.
Si te identificas con esto, piensa ¿por qué a veces cuesta tanto decir “no”? Si te atreves, la gente que te quiere, no dejará de quererte, y si tú no pides que te regalen el trabajo, tampoco malbarates o regales el tuyo. No tienes que dar explicaciones, simplemente valora tu trabajo y aprende a decir esos positivos “no”.
Cuando pides un servicio, de inmediato te envían una cotización, el protocolo normal de cualquier empresa, tienda, negocio o servicio.
Así igual pasa en las artes, una creación literaria, la creación de música, de un diseño, una idea -por simple que parezca-. No son cosas efímeras, son igual de tangibles que todo lo demás. Igual de difíciles que muchas, y requieren de tiempo, experiencia y pasión para lograr hacerlas.
Atrévete y determina el precio que merece tu trabajo y tus proyectos, recuerda que en ellos dejas tu tiempo, esfuerzo, y conocimiento. Por algo tienes el poder de crearlos.
Por: Denise Kusher (autora en Tuiris.com)