Síndrome del impostor, ¿qué es?

¿Y cómo saber si lo padezco o no?

El Síndrome del impostor, también llamado como síndrome del fraude, es una afectación psicológica que nos impide asimilar positivamente nuestros logros y éxitos; es decir, sientes que no estás a la altura de tu trabajo o de tus compañeros, piensas que lo que has logrado se debe a la suerte y la casualidad, además de tener el miedo constante de ser descubiertos como un fraude o incompetente.

¿Te sientes identificado con esta descripción?

Lo creas o no, este fenómeno es más común de lo que podemos llegar a imaginar, y aunque anteriormente se creía que las mujeres sufrían más de este síndrome, actualmente se sabe que pueden experimentarlo tanto hombres como mujeres, y se asocia con posiciones de alto poder o responsabilidad, como gerentes, directivos, líderes o empresarios.

Es poco probable que alguien admita –al menos en voz alta– que se siente como un impostor, pero la sensación de no dar el ancho persistirá, ya que las personas que padecen de este síndrome tienen dificultades para aceptar que su éxito es resultado de sus habilidades, y siempre lo atribuirán a la suerte, además del constante pensamiento de que los demás podrían hacerlo mejor.  

¿Por qué me siento así?

Pese a no estar asociado con una autoestima baja, sí pueden influir algunos factores de la infancia, como puede ser presión por obtener buenas calificaciones en la escuela, la diferencia salarial, así como la idea y percepción que se tenga del éxito, o de lo mucho o poco que seas de perfeccionista.

Además, debes ser precavido, evitando que este padecimiento afecte significativamente tu rendimiento en el trabajo. Muchas veces al creer que no eres lo suficientemente bueno o apto para el puesto, inconscientemente, puedes estar rindiendo por debajo de tus capacidades ya que crees que no eres capaz de dar más, saboteando tus oportunidades de crecer profesionalmente.

¿Cómo puedo combatir este Síndrome?

Lo primero que debes hacer es aceptar que tienes este síndrome, después tienes que reconocer tus fortalezas y habilidades –algo así como realizar un FODA– y en verdad creer en ti y tus capacidades. Haz una lista de tus logros e identifica las razones y motivos por lo que se cumplieron, la suerte y la casualidad NO son válidos.

Por último, no te compares con los demás, recuerda que todos somos únicos y poseemos diferentes talentos y habilidades, crecemos a ritmos diferentes, pensamos y actuamos diferente, por lo que sólo debes enfocarte en crecer a nivel personal y profesional por y para ti, y no para ser mejor que alguien más.

¿Y tú, te sientes como un impostor?