Para quienes tienen dudas, la procrastinación es el hábito de aplazar los deberes. Sea en la oficina, la escuela o el hogar, cuando procrastinamos somos incapaces de concluir una tarea y nos distraemos con otras actividades que no son prioritarias.
Las consecuencias: el trabajo no se hace a tiempo, no cumples tus metas, pierdes oportunidades, siempre pones excusas y al final: te frustras.
¿Cómo saber si estás procrastinando?
Lee estas situaciones y piensa si te identificas:
- Dices que quieres aprender a tocar la guitarra, pero desde hace 10 meses que te la compraste no has practicado.
- Llevas todo el año diciendo que harás una limpieza en tu clóset y tirarás mucha ropa que ya no usas, pero no has movido un dedo.
- Tienes en mente estudiar inglés desde que empezaste a trabajar –hace 5 años- pero nunca es el momento indicado.
- Hace dos semanas tu jefe te pidió un reporte, la fecha de entrega se acerca pero no has hecho nada, tu justificación es que ‘trabajas mejor bajo presión’.
Esta infografía refleja con humor el ciclo de la procrastinación, y cómo invertimos nuestro tiempo en actividades superficiales, dejando lo importante para después.
La procrastinación puede ser un grave obstáculo para alcanzar nuestras metas cuando nos acerca a la inacción, es decir, cuando las circunstancias y pretextos siempre son más poderosos que nuestra voluntad de concluir un proyecto.
¿La solución? ¡Actuar!
Nada te aleja más de la procrastinación como la acción. Decídete hoy a iniciar o concluir eso que tienes pendiente.