¿Por qué al salir de la universidad debes aprender a aprender? #EnfoqueHH

La situación de casi 30 millones de jóvenes en México que están en las universidades es que son preparados para enfrentar una realidad que aún no conocen y que ya no es lo “actual” para cuando ellos salen.

Los esquemas educativos no alcanzan a actualizarse con la velocidad de los requerimientos sociales que se están exigiendo, así que cuando terminan su formación, ingresan a un mundo que les pide lo que realmente no tuvieron tiempo de aprender, o bien algo en lo que ni siquiera se enfocaron: resolver problemas.

Bill Gates cita en uno de sus discursos: “Si terminaste la universidad hace dos años, te preparaste para enfrentar un mundo que ya no existe”.

La apuesta entonces debe ser otra; los jóvenes tienen que aprender a aprender, y aprender a resolver, desarrollar habilidades humanísticas, no solamente acumular datos, sino aprender a calibrarlos y apropiarlos; apropiarlos y usarlos. Someter la información que reciben en el aula a la realidad del empleador, cliente o emprendimiento; ajustarla y descubrir qué aplica y cómo aplica para, así, hacer suyo este conocimiento: el conocimiento calibrado.

El joven de hoy cree que “alguien le “DEBE” pagar por haber estudiado, no alcanza a ver que la competencia es tan bestial que, si bien le va, conseguirá un empleo formal que apenas alcance a pagar lo que le costaba la colegiatura a sus padres.

Y, mejor aún, aquellos que son más pacientes, los que no se desesperan, le apuestan a hacer carrera con calma, avanzando poco a poco. Otros tantos se estancan ejerciendo un oficio para el que están sobrecalificados, quizá como conductores de UBER o en negocios de emprendimiento que (por la misma falta de paciencia) truenan, se desesperan y quedan aún más quebrados que cuando lo iniciaron.

Y es que no está mal tener la experiencia del emprendimiento o de generar ingresos mientras estudias (yo mismo lo sugiero y en otros blogs ya lo hemos platicado). Sin embargo, lo que no es —desde mi punto de vista— correcto es estancarse ahí 5, 7, y hasta 10 años o toda una vida después de haber concluido la escuela.

Cuando termina tu carrera, realmente lo que termina es el entrenamiento. La carrera de verdad y la competencia por la vida misma apenas está iniciando.

Si estás en esta situación, tú o tus hijos, algún familiar, amigo o vecino, haz consciencia en ellos. Impúlsalos, motívate, hazles saber lo está pasando, ayúdalos (o ayúdate en su caso) y sé guía para ti y otros, para que puedan enriquecer su desarrollo por diferentes medios (fuera de la universidad o preparación profesional), para que tengan la mayor cantidad de herramientas posibles y experiencias reales al momento de insertarse en el mundo laboral.

Piensa, reflexiona y actúa

Transfórmate en un experto con certificacione.com