El tema #metoo continúa. El pasado fin de semana fueron los Golden Globes y el momento más importante de la gala fue la presentación de Natalie Portman del premio al Mejor Director. La actriz dijo: “And here are the all-male nominees”, como protesta a la exclusión de las directoras Greta Gerwig y Kathryn Bigelow de la categoría. Este evento se enmarca en la protesta “simbólica” de los outfits negros por los casos de acoso en la industria del cine.
Natalie Portman deja en evidencia a los Globos de Oro con una demoledora frase. Simple y contundente, ¡gracias! pic.twitter.com/7MOHv88o1V
— La Vanguardia (@LaVanguardia) 8 de enero de 2018
El movimiento #metoo ha logrado ir más allá de un producto social media. La frase se creó en 2006 por la activista Tarana Burke y fue convertido en hashtag por la actriz Alyssa Milano (para identificar más casos de abuso). Hoy, el movimiento se encuentra en su punto más álgido, debido a la próxima entrega de los premios Óscar.
Lo interesante de esto es que #metoo ha ido más allá de la simple denuncia: logró la identificación. ¿Cuál fue el primer paso? Divulgar información sobre el problema e intentar concientizar al grueso de la población. En resumen, una campaña de esta magnitud necesita transformar la información en conocimiento y la principal vía es Internet.
A continuación te presentamos algunos puntos clave de la campaña, replicables en varias causas sociales.
1. Convertir lo reaccionario en “arte viral”
Rose Mcgowan es el rostro de la lucha contra la violencia de género, por ser una de las primeras celebridades en denunciar a Harvey Weinstein. A partir de entonces, su vida a dado un giro de 180º para convertirse en un ejemplo de empoderamiento femenino.
Su activismo artístico ha incluido un libro (Brave), una serie documental para E! Entertainment (Citizen Rose) e innumerables performances para redes sociales. Sin embargo, el social media no quedó sólo en la replicación de hashtags. Ha generado los propios como #rosearmy, #brave y fortaleció el #balancetonporc en Francia.
La diferencia con el #TimesUp hollywoodense (campaña mediática para contrarrestar el peso de #metoo) es el activismo en primera persona comenzado por Tarana Burke.
2. Usar el storytelling como herramienta de concientización
¿Por qué es importante poner rostro a los testimonios? Porque eso evita que sólo sean números en estadísticas. La denuncia pública jamás es tarde y llenar los medios con historias de vida reduce el riesgo de que la campaña no pierda vigencia. La publicación del texto por Salma Hayek en The New York Times es un ejemplo de este punto.
El sensacionalismo debe quedar de lado, para dar paso a las narraciones de los involucrados, sin colores periodísticos. Esto conlleva a que el tiempo no borre el pasado y un rostro pueda sacar de la memoria colectiva a los testimonios olvidados.
Salma Hayek on Harvey Weinstein, in @nytopinion:
“No to letting a naked friend of his give me a massage.
No to letting him give me oral sex.
No to my getting naked with another woman.
No, no, no …
And with every refusal came Harvey’s Machiavellian rage.” https://t.co/8KfW3y3Igz— The New York Times (@nytimes) 13 de diciembre de 2017
3. Empoderar a las minorías
La portada del Time al personaje del año terminó por colocar a la violencia de género como un tema top en la agenda internacional. Con el número titulado The Silence Breakers se dio el reconocimiento periodístico a un problema que se extendió a magnitudes internacionales. Acciones editoriales como la de Time o NYMag (y su mesa de debate en The Cut) contribuyeron al empoderamiento de las minorías con casos de “justicia social”.
4. Jamás se cuestiona
Quizás, la enseñanza más relevante fue romper con la cultura del cuestionamiento a los testimonios de denuncia o el “así ha sucedido siempre” (riesgos de la era hiper y de la pantalla global). Un #NoEsNo en cualquier situación. El boom de casos nos mostró la vulnerabilidad que puede sufrir una “víctima” y la complejidad de las reacciones después de un evento traumático (las cuales deben estar libres de duda). “¿Por qué sonríes después del abuso?” El movimiento #metoo respondería: “¡Porque estoy viv@!”. Tal vez no se logre el cambio social inmediato, pero por algo se empieza.