Cuando se trata de poner excusas, podemos ser los más creativos. Sobre todo si se trata de justificar por qué seguimos dejando en segundo plano nuestros sueños y metas; sin embargo, hay dos excusas que especialmente se han convertido en la puerta de salida de personas que quieren iniciar la etapa de emprender, pero no se animan a dar el primer paso.

“No tengo tiempo”

¿Estás seguro de que no tienes tiempo? Tal vez tus prioridades son otras y es por eso que no has empezado a emprender o a concentrarte en lo que realmente quieres. Es importante saber que todo es cuestión de prioridades. Si tus sueños y objetivos no son tu prioridad, jamás tendrás tiempo para ellos.

La clave es dedicarle el tiempo en el que tienes más energía y eres más productivo a las cosas que son realmente importantes para ti.

Como consejo, lo mejor seria que realizaras una lista de todas las actividades que tienes en el día. Con base en ella, selecciona las que realmente son importantes y las que puedes reemplazar por las actividades para comenzar a construir tus sueños y objetivos. Aprovecha la tecnología que existe hoy en día y busca las mejores herramientas, ¡desde apps hasta cursos en línea!

“No tengo dinero”

Probablemente esta excusa sea la más utilizada cuando de emprender o empezar un negocio se trata, pero ¿te has preguntado si en verdad es falta de dinero o falta de confianza en tus propias ideas?

Si no crees en tu proyecto, sea cual sea, difícilmente podrás encontrar las herramientas para empezar con ello. En cambio, cuando crees firmemente en lo que estás haciendo y tienes todos tus objetivos claros, tiene mucho sentido pensar en pedir dinero prestado a alguien más o vender algunas de tus cosas con la finalidad de emprender.

¡Cuando realmente quieres hacer algo, no importa cuántos sacrificios debas hacer! Lo importante es mantener tus ideas y objetivos claros.

¡Lo conseguirás!