Fijarse metas es mucho más sencillo que cumplirlas. No es que sean imposibles,
pero quizá no estamos siendo precisos a la hora de planearlas y ejecutarlas.
La frase ‘puedes lograr todo lo que te propongas’ parece muy idealista, pero en verdad todos somos capaces de alcanzar un objetivo con la dosis adecuada de intención y acción. Entonces ¿qué está fallando? ¿Por qué no llego a ningún lugar?
Es frecuente plantearnos objetivos muy generales como: ‘voy a ahorrar’, ‘voy a hacer ejercicio’ o ‘voy a leer más’, sin embargo, pese a que nos lo repetimos todo el año, los meses transcurren y no vemos resultados tangibles.
Si te ha pasado que tienes una meta que no puedes alcanzar tras repetidos intentos, prueba algo diferente y piensa SMART –un método que consiste en plantearse metas con estas características: específicas, medibles, alcanzables, realistas y con base en tiempo.
¿Por qué funciona?
Cuando nos planteamos objetivos muy generales, imposibles de medir, poco realistas y sin un límite de tiempo, las posibilidades de que nuestros intentos fracasen se multiplican.
Todos tenemos metas a largo plazo y objetivos profesionales clave, por ejemplo, estudiar una maestría o poner una consultoría independiente. Para conseguir esos objetivos tan ambiciosos, es necesario ir paso a paso para no quedarse en el camino.
El método SMART es aplicable a cualquier aspecto de nuestra vida y puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Te decimos cómo conseguir lo que te propones con el método SMART:
Specific (específicas)
Las metas deben ser escritas de manera simple y clara, y lograr definir exactamente qué vamos a hacer. Específicas implica establecer el qué, el porqué y el cómo.
Responde: ¿Qué conseguiré al lograr esta meta? ¿Para qué queremos lograrlo?
En lugar de decir ‘Quiero ahorrar más’, piensa ‘Quiero ahorrar $10,000 pesos para irme de vacaciones a fin de año’.
Measurable (medibles)
Para que podamos tener evidencia tangible de que hemos alcanzado un objetivo, es necesario que nuestras metas sean medibles. Generalmente existe una meta final que engloba varias metas de corto plazo.
Responde: ¿Cómo sabré si la meta fue alcanzada o no?
En algunos casos será sencillo medir tu progreso, si tu meta es el ahorro podrás verlo reflejado en tu cuenta del banco. En otros el resultado puede controlarse a través de un registro semanal o mensual que te muestre constantemente tu progreso.
Achievable (alcanzables)
Las metas deben ser alcanzables, asegúrate de que sean lo suficientemente retadoras, pero bien definidas para que puedas lograrlas. Debes poseer los conocimientos, habilidades y competencias necesarios para cumplirlas.
Responde: ¿Es posible lograrlo? ¿Lo han logrado otros anteriormente? ¿Tengo los conocimientos, habilidades y recursos necesarios para lograrlo?
https://www.occ.com.mx/blog/3-formas-de-lograr-tus-metas-personales-y-profesionales/
Results-focused (orientadas a resultados)
Las metas deben medir resultados, no actividades. Si tu meta es ‘hacer ejercicio’ de entrada no estás apostando por un resultado final, tu intención es cambiar tus hábitos, pero ¿para qué?
Responde: ¿Cuál es la razón, propósito o beneficio de alcanzar la meta? ¿Cuál es el resultado (no actividades realizadas para alcanzarlo) de la meta?
Si mejor te planteas: ‘Quiero bajar 5 kilos para sentirme más atractiva o atractivo’ es más fácil pensar en una serie de acciones para lograrlo.
Time-bound (basadas en tiempo)
Es necesario establecer un periodo límite para conseguir cada objetivo, creando un sentido de urgencia que genere cierta tensión entre la realidad actual y la visión de la meta. Sin dicha tensión, la meta tiene pocas probabilidades de obtener resultados relevantes.
Responde: ¿Cuál es la fecha límite establecida para cumplir la meta?
Si eres capaz de someter cada uno de tus objetivos a este ejercicio, descubrirás que puedes fijarte propósitos mucho más realistas y alcanzables.
Empieza por metas modestas, pero que realmente pongan a prueba tu disciplina, cada vez que obtengas un pequeño éxito, te entrenas para ir por algo más ambicioso más adelante.
Es posible que una estrategia fracase y no obtengas el resultado esperado.
¡No te rindas! Busca nuevas alternativas e inténtalo de nuevo.
