¿No les ha pasado que hay días que simplemente sienten que nada tiene sentido? ¿Con ganas dé que alguien nos de muchos consejos?
Sí, tal vez suene algo deprimente pero puede pasar; sentirnos con demasiado estrés, sin ánimos de realizar nuestras actividades, incluso podemos llegar a sentir esa sensación de que no tenemos ningún rumbo fijo, tanto en lo personal, como en lo laboral.
Y no es exclusivo de una mala situación, ya que podría pasarnos lo mismo incluso teniéndolo todo: un trabajo estable, pareja, familia, etc.
Esto sucede en gran parte porque el ser humano nunca está conforme con lo que tiene, ya sea mucho o poco. Al conseguir algo, casi inmediatamente pone la vista en otra cosa, otra meta.
Lo que falta en nuestros hábitos es tener un poco de autoconciencia. Un proceso mediante el cual se adquiere conocimiento acerca de uno mismo, en un momento particular que define cómo vamos a reaccionar ante una determinada situación. Para lograrla, aquí hay tres simples consejos:
1.- Realiza una lista de lo que estás haciendo.
Si estás en busca del empleo de tus sueños por ejemplo, apúntalo y realiza una lista con las cosas que estás haciendo para conseguirlo. En caso de tener empleo y no sentirte bien en él, haz una lista con las cosas que más te disgustan o te impiden avanzar, para después buscar posibles soluciones a cada una.
2.- Tómate un tiempo para apreciar los pequeños momentos
Desde los primeros sorbos que le das a tu café en la mañana, hasta apreciar el árbol que tienes al salir de tu casa rumbo a la oficina o la escuela; son detalles que te pueden cambiar el día y que nunca apreciamos o simplemente ignoramos.
Esto se debe en parte, a las prisas constantes en las que todos se desenvuelven hoy día. Hay que detenernos un par de minutos y mirar a nuestro alrededor, ver el lado positivo de nuestro empleo, de nuestros compañeros y amigos. De esta manera aprenderemos a valorar esas pequeñas cosas.
3.- Reflexiona
Conócete a ti mismo, toma un tiempo para estar a solas y relájate. Esto te permitirá conocer tus cualidades para que puedas utilizarlas a favor; así también conocerás tus defectos y las cosas que te impiden crecer personal y laboralmente.
Recuerda que lo más importante es no ser impulsivo ni dejarte caer al primer intento. Respira, analiza la situación con estos ejemplos que te damos y comienza poco a poco. Verás cómo todo cambia.
“Para que los cambios tengan un valor verdadero deben ser consistentes y duraderos.”