Ya hemos hablado de las múltiples ventajas que el estudio en línea trae consigo.
Pero ¿Te has preguntado qué se requiere para que el estudio en dicha modalidad sea productivo?
En términos generales, estudiar en línea exige una gran capacidad de autodisciplina al ser un proyecto formativo de tiempo y dedicación en medida razonable.
El alumno goza grandes beneficios como flexibilidad espacio y horario de estudio, acceso a los contenidos y a las tutorías desde el lugar en donde él decida, una reducción en sus gastos y, además no se ve interrumpido por sucesos como el que actualmente estamos viviendo, Covid-19.
Por otro lado hay que tener en cuenta que esta modalidad implica un control adecuado en el ritmo de estudio, impulsando al autoaprendizaje a través de la reflexión eficaz de los contenidos, manteniéndose en contacto con los tutores y organizando tus actividades laborales y personales de la mejor manera.
Con todo esto adquirirás la capacidad de “autogestión formativa” que implica vencer obstáculos cotidianos de la más diversa índole (compromisos, cansancio, fatiga, tentación a la postergación reiterada, priorización de otras cuestiones, etc.) para sostener un ritmo de lectura comprensiva y de producción intelectual suficiente y constante.
El aprendizaje es siempre un proceso personal que se desarrolla en el interior del individuo, es por eso que más allá de las ganas por continuar con tus estudios, debes crear un compromiso para hacerlo de una forma disciplinada y constante.
¿Te gustaría experimentar la modalidad de estudiar en línea?