Cómo manejar el estrés: 4 preguntas que debes hacerte

Siempre que llegue a tu mente un pensamiento de juicio y enojo y hagas alguna afirmación crítica hacia alguien te harás las siguientes 4 preguntas para manejar el estrés.

En más de una ocasión hemos platicado de la importancia que tiene el vigilar nuestros pensamientos, pues producen emociones, sentimientos y así es como co-creamos realidades.

Grandes sabios nos han invitado a no creer todo lo que pensamos, ya que nuestro pensamiento se reduce a lo que percibimos pues sólo logramos darnos cuenta de una escena de la película.

También, hemos dicho que una de las cosas que con frecuencia pasa es que nuestra mente se ancla a eventos que ya ocurrieron y que eso nos impide disfrutar del presente. ¡Uff!, suena complejo, ¿verdad?

Esta vez quiero compartirte una metodología creada por una mujer llamada Byron Katie: “The work”, prácticamente consiste en desmenuzar pensamientos estresantes, esto te permitirá quitarles poder y hacerte responsable de lo que te toca.

Es la parte más difícil porque al reconocer que somos dueños y señores de nuestra propia mente y cada pensamiento que ahí nace no nos queda más que hacer lo que tengamos que hacer para tener autocontrol mental y emocional.

“Estoy muy enfadado y frustrado con mi jefe porque no me valora”

¿Es eso verdad?

Tómate un espacio para hacer la indagación con la mente en calma para que puedas hacer la pregunta una y otra vez hasta que sientas que emerge una respuesta.

Esto es como zambullirse al agua, no hay respuestas correctas o incorrectas, podrías incluso sentir tu respuesta perturbadora pero será necesario que te pares ahí.

¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad?

Muchas veces lo que nos produce dolor es la interpretación que le damos a las cosas. Recuerda que nada es personal, así que sumérgete en la pregunta y escucha todo lo que recibas de ti.

¿Cómo reaccionas cuando tienes ese pensamiento?

Haz una lista de todo lo que te produce ese pensamiento recurrente y de todas tus reacciones, profundiza en tu interior y date cuenta cómo te tratas en esa situación y las personas involucradas.

También observa qué pasa en tu cuerpo y en dónde sientes el malestar: ¿Cuando piensas en eso te duele la cabeza?, ¿sientes cosquilleo? ¿en dónde?, ¿te sientes débil? ¿te sofocas? ¿te duele la espalda? etc.

Mira todos los efectos que advierte en ti esa idea y el precio que pagas por apegarte a ese pensamiento.

¿Quién serías sin ese pensamiento?

Ahora sí considera quién serías sin esa idea, cierra los ojos e imagina cómo te sentirías sin ese pensamiento, visualiza que tienes a la persona en frente y no tuvieras la capacidad de tener ese pensamiento, ¿cómo podría cambiar tu manera de tratar a esa persona? ¿te hace sentir más amable y compasivo?

Una vez que hayas realizado esa afirmación habrás de invertirla escribiéndola como si la hubieses hecho sobre ti. Piensa que puedes trabajar con varias afirmaciones a la vez.

“Estoy muy enfadado y frustrado conmigo porque no me valoro”

Y así vuelve a la indagación con las mismas preguntas pero ahora invirtiendo los nombres y hablando en primera persona y descubrirás cosas muy interesantes como por ejemplo:

“Si yo realmente me valorara no estaría esperando la aprobación de los demás y si así fuera tampoco tendría estrés ni malestar físico, creo que lo mejor será aprender a valorarme yo y no esperar a que el mundo lo haga. Seré a partir de ahora más amable conmigo”.

Recuerda que todo es una proyección, todo es un espejo y que en realidad no vemos al mundo como es sino como somos.

Intenta hacer este ejercicio y verás que la realidad es mucho más amigable de lo que parece.

Los pensamientos están y estarán, nuestra tarea es observarlos y desmenuzarlos hasta lograr tocar nuestra propia herida y darnos cuenta que muchas de las cosas que vivimos son asuntos no resueltos de mucho tiempo atrás, es liberador darnos cuenta de que es nuestro tema y una vez que nos damos cuenta inmediatamente comenzamos a atraer a otro tipo de personas y circunstancias a nuestra vida.

Nada es casualidad, todo son oportunidades de crecimiento y expansión, verás que una vez que logres encontrar la raíz de esos pensamientos que te estresan les restarás fuerza y poder hasta que dejan de perturbarte porque los transmutas a partir de ti.

Por: Rosario Cardoso

Soy Rosario Cardoso,  te invito mediante la práctica de yoga corporativo, el desarrollo humano y el mindfulness organizacional, a reconectar contigo y con tu cuerpo, a conocerte y ser tu mejor versión. 

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