¿A cuántas vacantes te has postulado durante tu última búsqueda de empleo? Un problema durante un proceso de selección, con el que muchos reclutadores se enfrentan, es el desconocimientos de la oferta por parte de los candidatos. La razón es que las personas en búsqueda de empleo se han postulado a tantos anuncios, que es “imposible” recordar una oferta en específico.
Las bolsas de empleo online han optimizado la búsqueda a tal grado, que los candidatos pueden aplicar a decenas de anuncios con varios clics. Sin embargo, la postulación masiva (como si se dieran likes a publicaciones de Facebook) es una mala práctica que trae como desventaja la impersonalización de la postulación.
Aunque un buen CV es “suficiente” para conseguir un empleo, la mala comunicación durante el primer contacto puede “enfriar” cualquier interés por tu perfil (ya sea telefónico, mediante mensaje de presentación en la bolsa o a través de correo electrónico). Para no tartamudear intentando recordar el anuncio al que enviaste tu CV, un consejo es llevar un control de todas tus postulaciones.
Llevar una bitácora no requiere mucho esfuerzo, sólo necesitas registrar los siguientes datos:
- Nombre de la posición.
- Empresa (si es confidencial, indicar el giro).
- Salario o rango establecido (si no lo indica, recomendamos que anticipes tus pretensiones salariales).
- Dónde viste la vacante (¡pregunta básica!).
- …y particularidades de la oferta (por ejemplo, si el trabajo es nocturno, la paga es por honorarios o si hay oportunidad de home office)
El principal objetivo de la la personalización de tus postulaciones es denotar mayor profesionalismo para que los “reclutadores” te contacten. Otras prácticas que mejorarán tu búsqueda laboral son:
¡No te postules indiscriminadamente!
Este es un consejo fundamental: ¡no des tus datos de contacto a cualquiera! Antes de dar clic al botón de “postulación”, evalúa si el anuncio cumple con tus criterios. Como lo hemos señalado en otros artículos, existe un alto índice de “vacantes falsas” en Internet. Otro daño colateral por no llevar una bitácora es vulnerar tus datos para su uso con fines de lucro. Si la vacante es confidencial, analiza que cumpla con las reglas mínimas de seguridad.
Guarda un registro de la oferta ¡Por si acaso!
Muchos reclutadores “cierran” o “borran” el anuncio después de obtener un número considerable de perfiles afines. Esto te impedirá volver a “revisar” los datos de la oferta. Si no tienes el tiempo para “registrar” cada vacante, sólo realiza una screenshot al anuncio y guardarla “por si acaso”. Podría suceder que esa captura de pantalla se convierta en “las letras pequeñas” del empleo. También, esto te ayudará a no postularte dos veces (o más) a la misma oferta (y ser permanente “bloqueado” por las empresas).
¡Jamás envíes el mismo CV y modifica constantemente tus perfiles!
Una mala práctica recurrente es pensar que existe una plantilla de CV mágica que te ayudará a conseguir cualquier empleo. El currículo es un documento que debe estar en constante cambio. Esto también aplica para los perfiles en bolsas de empleo y redes de networking. Muchos reclutadores (hasta headhunters) sólo se basan en el contenido de tu perfil para, posteriormente, solicitar un CV.
Jamás subestimes los campos vacíos y llena tu perfil al 100%. ¿Contratarías a alguien que tiene un perfil de LinkedIn sin información o a alguién que amplía los detalles de su historial? Si sigues este pequeño consejo, las oportunidades de ser contactado aumentarán potencialmente.
Por último….
¡Quizás sí tienes una respuesta a tu postulación y está en tu bandeja de spam!
Aunque parezca increíble a estas alturas de la era digital, existen personas que han perdido oportunidades por “no revisar la bandeja de correos no deseados”. Mientras te encuentres en búsqueda de empleo, es recomendable que hagas monitoreo constante a todas tus alternativas de contacto.