Ejemplo 1:
“Ayer publiqué una foto en Facebook y tuvo muchos likes. Recibió algunos comentarios y varias personas la compartieron. Creo que le fue bien”.
Ejemplo 2:
“Ayer publiqué una foto en Facebook y tuvo 110 likes; 43 personas escribieron un comentario y 31 la compartieron. Creo que le fue bien”.
¿Cuál de los dos ejemplos te dio una mejor idea de lo que pasó con la imagen publicada en Facebook? Seguro el número 2.
Un #currículum llamativo puede ser la diferencia entre tener el #trabajo o no tenerlo. https://t.co/llnwL8RWfw pic.twitter.com/6870TykvHG
— OCCMundial (@OCCMundial) 10 de agosto de 2017
El ejercicio es muy básico, pero tiene la misión de explicar de forma simple cómo los números ayudan a describir cualquier actividad y hacer que suenen más impresionantes. La idea, por supuesto, no es mentir ni hacer de cualquier tarea un milagro, pero sí que represente en la medida justa tu esfuerzo de todos los días.
Tal vez dirás: “Es buena idea, pero mi trabajo no es cuantificable y tampoco elaboro reportes”. No importa, seguro es posible agregarle cifras a tu experiencia laboral. Te dejamos tres ejemplos de cómo hacerlo:
1. Promedios
No tener un número exacto de las actividades es el primer obstáculo/pretexto de los candidatos para dejar su currículo tal y como está. Pero no hay por qué desanimarse tan pronto: puedes usar el término “en promedio” para decir más o menos cuántas llamadas, cuántas auditorías, cuántos clientes, cuántos [incluye aquí la actividad que gustes] hacías.
Con esto, tu experiencia laboral tendrá mayor relevancia.
Antes: Responsable de supervisar al personal de mantenimiento.
Después: Supervisé entre 9 y 14 técnicos de mantenimiento durante 9 meses, teniendo al corriente todas las solicitudes de la compañía.
2. Frecuencia
Está bien, hablar con promedios no es lo tuyo. No pasa nada, hay una segunda opción: decir la frecuencia con la que hacías las cosas. Después de todo, se trata de algo que puedes recordar incluso si el trabajo del que estás redactando ya fue hace muchos años.
Antes: Revisión y corrección de materiales impresos.
Después: Cada semana revisé de 30 a 40 materiales haciendo la corrección de estilo antes de la impresión.
Estos son los documentos que regularmente piden las empresas al contratarte:https://t.co/V3rTUtEM7l pic.twitter.com/Jdzq9kJpTB
— OCCMundial (@OCCMundial) 18 de julio de 2017
3. Haciendo analogías con dinero o tiempo
Dos de los grandes temas de las empresas son el tiempo y el dinero: todas se preocupan por gastar menos y ganar más. Pues bien, si a los promedios o a las frecuencias les agregas un valor monetario, tu experiencia laboral será casi casi oro puro para los reclutadores.
Antes: Propuse nuevas plataformas en línea para enviar los reportes.
Después: Investigué y contraté una nueva plataforma de reportes en línea que ahorró a la empresa de $20,000 a $30,000.
Los números hacen una gran diferencia en tu currículum. Por supuesto que no son obligatorios, pero ¿quién no querría llamar mucho más la atención de los reclutadores? Escarba un poco en tu memoria y recuerda todas tus actividades, seguro te darán muchas cifras que puedes incluir.