Aunque muchos aseguran que no les pasa, otros tantos ya experimentan cierto estrés al pensar en el rumbo que lleva su vida, hacia dónde van, qué han hecho o qué no han podido hacer aún, etc.
Esta pequeña crisis emocional es de lo más natural, sobre todo cuando ves que tus sueños parecen estancados o inalcanzables por tener que ingresar a un trabajo de 9 a 6, pagar deudas, etc.
Si alguna de estas situaciones te resulta familiar y cada vez que piensas en ello, sientes algo de ansiedad, te da pánico o te desanimas, conoce estos tres simples consejos que te ayudarán a lograr lo que deseas:
Superando los veintitantos
- Más, más y más
Más dinero, un mejor puesto de trabajo, tu propio negocio, viajes… No eres el único, todos queremos más, así es la naturaleza humana y no tiene nada de malo mientras no pienses que lograrás tenerlo todo sin algún tipo de esfuerzo.
Por ello es importantísimo que mínimo sepas exactamente cuál es tu meta, cómo la vas a lograr y qué harás para conseguirla.
Si de plano estás perdido, no te preocupes tampoco es bueno presionarte demasiado, puedes comenzar a fijarte pequeñas metas y poco a poco irás descubriendo lo que te apasiona.
- No te compares
Si tus tus ex compañeros de la carrera o tus amigos ya tienen un buen empleo, su propio negocio, se la viven de mochilazo en Europa o lo que sea, no te compares. Es lo peor que puedes hacer.
Ten en cuenta que la situación de vida de cada uno es diferente, mejor enfócate en conseguir tus propios objetivos, motivarte y desarrollar tu paciencia.
- Obstáculos en el camino
Primero fueron tus padres, luego las normas y tus maestros, tal vez ahora sea que te piden mucha experiencia en un trabajo o que no cuentas con dinero para comenzar tu propia idea de negocio.
En todos lados habrá siempre obstáculos para conseguir lo que deseas, la clave está en buscar soluciones, no rendirte y no pasarte todo el día quejándote de lo complicada que es la vida.
Por ejemplo, ¿necesitas dinero? Pues sin afán de sonar como tus papás, hoy en día puedes realizar mil cosas para tenerlo, sólo hay que encontrar la adecuada. Desde conseguirte un empleo tradicional, hacerla de freelance o en home office, hasta generar ingresos con cursos online de aquello que sabes hacer y te apasiona.