La buena relación con tu jefe es indispensable para tu crecimiento profesional,
pero ¿qué pasa con las situaciones incómodas? ¿Se vale decirle NO a un jefe?
La mayoría piensa que están obligados a hacer todo lo que su jefe diga pero es importante aprender a poner límites y a distinguir las situaciones en las que tienes todo el derecho a decir NO.
Te decimos algunas situaciones en las cuales el negarte a la petición de tu jefe no tendría por qué arriesgar tu crecimiento profesional:
Cuando te pida hacer algo no ético o ilegal
Son situaciones que generalmente resultan incómodas y que no hacen ningún bien a tu imagen o a tus valores.
Los casos más comunes son sobornos, falsificación de documentos o firmas o hasta fraudes. En estas cuestiones legales tienes todo el derecho a negarte e incluso a hablarlo con el área de Recursos Humanos.
Cuando esté en riesgo tu salud
No hay responsabilidad más grande que tu salud. Si estás enfermo, en incapacidad o tienes alguna condición que no te permita realizar tus labores, tienes todo el derecho de decirle NO.
Cuando arriesgues tu reputación
Si tu imagen en la empresa y tu marca personal se ven comprometidos al realizar una tarea impuesta por tu jefe, tienes todo el derecho a decirlo y explicarle las razones por las cuales no puedes comprometerte.
Cuando tengas demasiadas tareas asignadas
Tal vez no debas decirle que NO harás las actividades pero si tienes todo el derecho a preguntarle qué tareas tienen prioridad y explicarle que necesitas más tiempo para realizarlas.
Cuando sacrifiques tu tiempo de descanso
Tu vida social y familiar son tan importantes como el trabajo. Es normal que a veces debas quedarte a trabajar tarde, pero si la petición es constante y sacrificas tiempo de tu vida personal, es hora de poner límites.
Tu jefe es tu principal cliente por lo que la mejor manera de llevar una buena relación es teniendo una buena comunicación, clara, directa y sin malos entendidos.
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