El aprendizaje a distancia ha sido una fuerza que contribuye claramente al desarrollo social y económico y se ha convertido en una parte indispensable de la educación.
Antes de la pandemia, se podía notar que en los países que aún se encontroban en desarrollo, no se familiarizaban con esta modalidad de estudio, ya que se había forjado un aprendizaje “clásico presencial”, el cual se negaban a abandonar.
Hasta ese entonces, no habían pensado que la globalización de la educación a distancia ofrece a los países en desarrollo múltiples oportunidades para alcanzar los objetivos de sus sistemas educativos.
Este método educativo apuntaba a ampliar el acceso a la educación y a la formación, liberando a los alumnos de las limitaciones de tiempo y espacio, y ofreciendo mayor flexibilidad en las oportunidades de aprendizaje individual o grupal.
El aprendizaje a distancia es uno de los sectores educativos con mayor crecimiento, que se potencializó cuando tuvimos que encerrarnos en nuestras casas debido al COVID19.
Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ofrecen hoy en día oportunidades únicas para docentes y educadores de continuar su desarrollo profesional.
Aprendizaje a distancia durante la pandemia
A partir de la llegada del COVID19, las vidas de los estudiantes se vieron afectadas: el distanciamiento social cobraron gran valor en el día a día.
La enfermedad, a su vez, obligó a las autoridades de turno a adoptar nuevas medidas y a cambiar varios aspectos de nuestras vidas.
Y, claro está, la educación y la forma de estudiar no fueron la excepción. Al comienzo de la pandemia, los alumnos de distintas edades y los profesores no se pudieron encontrar en las aulas y la relación de aprendizaje cambió abruptamente para todos.
La tecnología cobró un papel fundamental y las instituciones educativas se vieron obligadas a pasar, en la mayoría de los casos, a la modalidad virtual.
A partir de ahí, se comenzó con una masiva transformación: las materias que no estaban pensadas originalmente para darse de forma online tuvieron que ser ajustadas para poder continuar las clases sin afectar a terceros.
Aunque todavía queda mucho por desarrollar y consolidar, y aunque las clases presenciales ya están llegando nuevamente, muchos se animan permanecer bajo la educación a distancia.