No bajes los brazos: lo que es para ti, ¡te encuentra!

El año está por terminar y vaya que han sido meses llenos de matices. No sé tú pero en mi caso he tenido que empezar de cero y con fe ciega en mí misma.

Y aunque no hay receta alguna para garantizar que tendremos éxito en algo, me queda clara mi capacidad de rearmarme cada que las cosas salen como tuvieron que haber salido para yo aprender lo que necesitaba aunque yo hubiera esperado un resultado distinto, ¿te ocurrió?

Me ha quedado claro que cada una de las cosas que tenemos en frente es exactamente lo que necesitamos, aunque este asunto de la consciencia es avanzar un paso y retroceder dos, puede resultar muy incómoda esta danza con la vida pero hay que confiar en ella y agradecer bajo la comprensión que es una joya poder caminar sobre la tierra en esta etapa que como humanidad estamos viviendo en medio de una inimaginable pandemia que ha venido a podarnos el alma, abrir nuestra mente y expandir nuestra consciencia, y ¿por qué no?… probablemente hasta empujarnos a rediseñar nuestro propósito de vida.

Siguiendo con mi propia experiencia, reconozco que he tratado de estar cada vez más presente como práctica, procuro que mi experiencia vital sea cada vez menos autómata incluyendo al dolor, y si tú está así confía que tu corazón sabe sostenerse cada que siente la punzada sin tratar de controlar.

No nos damos cuenta cómo la necesidad de controlar la mayoría de las veces se convierte en el navegador y esto hace que perdamos nuestra conexión con nuestro ser esencial y esa voz interna que siempre sabe por dónde llevarnos.

Permitirnos sentir dolor es abrir la puerta a sanarlo, así que sea lo que sea que hoy sientas sólo permite que te atraviese. Suelta, suéltalo todo, incluso ¿puedes encontrar una oración dentro de ti pidiendo soltar eso y recobrar cada una de tus proyecciones?

Deja de invertir tu energía en resistirte y respira, vacíate que estar vacío es delicioso.

Este año me di la oportunidad de hacer cosas que me daban miedo, inicié varios proyectos profesionales, concluí algunos otros, cerré algunos ciclos sociales y cada día le pregunto a la vida qué quiere de mi.

¿Tú cómo estás? ¿tú qué hiciste de nuevo o a qué renunciaste?

Estamos en la recta final de un año en el que una ola nos ha revolcado de una u otra manera así que espero que en las semanas que nos quedan procures pagarte esas cosas que te has prometido, que no te dejes para después y te dejes encontrar por aquello que te busca.

No bajes los brazos, que tu búsqueda no pare y que lo que es para ti te encuentra.

Por: Rosario Cardoso

Soy Rosario Cardoso,  te invito mediante la práctica de yoga corporativo, el desarrollo humano y el mindfulness organizacional, a reconectar contigo y con tu cuerpo, a conocerte y ser tu mejor versión. 

Escucha el podcast “Alma en conexión” con Rosario Cardoso

Rosario_cardoso