¿Los dolores menstruales son razón justificable para faltar al trabajo? De acuerdo a un dato publicado por la Secretaría de Salud, del 52% al 64% de las mexicanas entre 12 y 24 años sufren dolores menstruales incapacitantes.
En el Tribunal de lo Contencioso Administrativo y Fiscal, del Estado de México, la licencia por presentar cuadros de menorragia prolongada es una realidad. La prestación consiste en un día extra al mes por problemas de salud relacionados al periodo menstrual o andropausia (para los trabajadores mayores de 40 años).
La prestación es una realidad en países como Japón (desde 1947), Corea del Sur, algunas regiones de China y Zambia. Naciones europeas, como Italia, se encuentran en el debate sobre legalizar o no los tres días de incapacidad. ¿La razón? Porque podría mermar la contratación de mujeres por cuestiones de productividad. El problema es la falta de estadísticas y estudios sobre el tema.
Otra cuestión es que aprobar la reglamentación de este tipo de licencias pone en jaque a la lucha por la igualdad de género y reafirma estereotipos (motivo por el que su legislación viene acompañada de beneficios para otros sectores).
Es necesario recalcar, estas licencias son para mujeres con dismenorrea severa diagnosticada, no una prestación generalizada para las mujeres en su ciclo menstrual. En otras palabras, es exclusiva para aquellas trabajadoras que sufren malestares incapacitantes.
¿QUÉ ES LA DISMENORREA?
Existen diferentes tipos de dismenorrea: primaria y secundaria. La primera no es patológica y el dolor es causado por el reducido suministro sanguíneo en la zona pélvica (condición que mejora o desaparece posterior a embarazos).
La secundaria implica procesos patológicos como la endometriosis o infección pélvica. Estas pueden ir acompañados de náuseas y vómitos. Su causa es por factores hormonales y no hormonales, aunque en el 30% de los casos no existe una razón clara. Tal razón es uno de los motivos para establecer un diagnóstico certero.
SOLUCIÓN ORGANIZACIONAL
Si se trata de un problema de salud pública confrontado con uno social ¿cuál podría ser la solución? De acuerdo a Emily Martin, del National Women’s Law Center en Washington, las políticas de género neutrales para los días de enfermedad pagados podrían ayudar a mejorar la salud de los trabajadores (como lo realizó el Tribunal del Estado de México).
La mayoría de los especialistas recomiendan que este tema sea solucionado de forma interna en las empresas. Por ejemplo, aunque no esté legalizado, múltiples organizaciones británicas han reglamentado la licencia por dolores menstruales para sus empleadas. Es decir, la preocupación por la salud de los empleados debe iniciar “en casa” con campañas de salubridad inclusivas con todos los sectores que integra a los equipos de trabajo.