Aprende a vender tu vacante

No puedes limitarte a ofrecer un empleo. Los que se quedan con la mejor currícula
han aprendido a vender un estilo de vida.


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Reclutar solía ser sencillo. Publicabas en el periódico el nombre del puesto, requisitos, experiencia y forma de contacto. Los interesados te llamaban o te mandaban un correo electrónico… y listo. Hoy en día reclutar talento es cada vez más complicado.

Recuerdo las llamadas de mis clientes, quejándose de que les llegan 3 currículos después de semanas de haber publicado su vacante. “Pero Sergio ¡ni siquiera es un perfil difícil! ¿A poco solo hay 3 contadores registrados en toda su base de datos?”. A cada cliente le doy consejos distintos dependiendo de lo que están buscando, pero generalmente todo se centra en un solo tema. La única consigna, la fórmula secreta: aprendan a vender su vacante.

Hoy en día no te puedes limitar a ofrecer un empleo, además tienes que venderlo como mercadólogo a su producto. Los que se quedan con la mejor currícula del mercado han aprendido a vender un estilo de vida. Una oportunidad.  La posibilidad de que los candidatos “encuentren lo que están buscando” al ingresar a su equipo de trabajo.

¿Cómo vender tu vacante efectivamente?

Menos requerimientos, más ofrecimientos

No me malinterpreten, no se trata de ofrecer la luna y las estrellas con tal de recibir 400 solicitudes en 3 días. No se trata de mentir. La idea de vender la vacante es ir más allá de lo que yo como reclutador requiero de ti, y ahondar más en lo que yo como empresa te puedo ofrecer.  A veces incluso podemos convertir los requisitos en propuestas de valor. Por ejemplo, no es lo mismo “Requisitos: Disponibilidad para viajar” que “como Gerente de Ventas estarás viajando constantemente en el interior de la república para gestionar las sucursales de tu zona”.

Hay muchas cosas que como empresa podemos ofrecer. No todo en la vida es el dinero, también cuentan las prestaciones, la ubicación, el crecimiento, etc. Es cosa de encontrar más ventajas en cada uno de los puestos que nos encomiendan cubrir. ¿Qué funciones del puesto le dan status al candidato? ¿Al realizar el trabajo, en qué nuevas áreas obtendrán experiencia? ¿Tendrían gente a su cargo? ¿Qué tareas clave serían su responsabilidad?

Siempre hay algo en el puesto que llama la atención, que atrae, que te dan ganas de ser eso, o de hacer eso. Explota esos beneficios y presúmelos en la descripción de tu vacante.

 

Prestaciones superiores, buen ambiente, excelentes comisiones: frases trilladas

¿Tienes prestaciones superiores a las de la ley? Presúmelas. ¿Tienes buen ambiente de trabajo? Descríbelo. ¿Tienes excelentes comisiones? Explica. Ve más allá de lo general, de lo que todos hacen. Ejemplos: Prestaciones flexibles, vales de despensa, caja de ahorro, sala de relajación y convivencia, comisiones del 15% más bono de productividad.

Sé específico con aquello que ofreces al candidato, que cuando lo lea se sienta identificado y no solo se postulen los que cumplan con los requisitos, sino los que además deseen trabajar ahí. De ese modo contribuyes a la cantidad y calidad de candidatos captados, y además logras mayor retención de quienes contrates.

Así que ya lo sabes, reclutar talento hoy en día no es más complicado… solo se ha vuelto más divertido.