¿Vacante a la vista? Ahorra tiempo y mira al talento que ya posee tu empresa, promover a un empleado tiene sus beneficios.
83 % de los mexicanos con empleo formal piensa en obtener un ascenso. Esto de acuerdo con el estudio Workmonitor (Q2, 2015) que elabora la firma de reclutamiento Randstad cada tres meses.
El mismo análisis muestra que el 80 % de los trabajadores siente la necesidad de hacer algo completamente diferente a su carrera o a su actividad de todos los días, darle un nuevo aire a su vida laboral, aunque ello no significa que quieran irse de la empresa en la que hoy laboran.
Disfrutar ese grado de compromiso de los empleados puede ser tan benéfico o perjudicial como las mismas organizaciones lo manejen.
En algunos casos, cuando el personal no encuentra, o no ve, una motivación extra a su sueldo (llámese desarrollo, capacitaciones, actividades retadoras, etcétera) es posible observar conductas que manifiesten su descontento: pretextos para justificar errores, evasión o hasta agresividad.
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Sin embargo, cuando se tiene un plan de carrera, los beneficios pueden ser muchos, en distintas áreas. ¿Cuáles son las ventajas de promover a un empleado? Aquí tienes algunas razones para hacerlo:
Estás preparado ante la competencia
Cuando un buen empleado no es reconocido y, por ende, valorado es muy fácil que escuche nuevas propuestas de trabajo. Una mejor oferta económica o el impulso laboral que no encuentra en su actual puesto serán motivos para marcharse.
En cambio, si se detecta la productividad y los buenos resultados de una persona y se le recompensan a tiempo –en este caso con un cargo con más responsabilidad– su lealtad hacia la empresa queda fortalecida.
Aumenta la satisfacción de los empleados
Un ascenso expone la confianza que tiene la empresa hacia el talento de casa. Permite desarrollar el liderazgo de los trabajadores y mantenerlos motivados por la simple idea de saber que su esfuerzo está en constante observación.
Además, implica un involucramiento en otros sectores de la compañía, ya que está latente la idea de crecer horizontalmente en puestos distintos y con nuevos desafíos.
Menos rotación y menos costos en contratación
Se trata, por supuesto, de uno de los dividendos más visibles. Reclutar y seleccionar candidatos para una posición de mediana o alta jerarquía lleva más tiempo, dinero y esfuerzo que darle la oportunidad a un aspirante interno. Más si se trata de una posición especializada.
Sin embargo, no hay que confundir: en esta práctica no sólo deben evaluarse los resultados inmediatos o las horas de trabajo que registra un elemento, también deben considerarse otras competencias (trabajo en equipo, saber delegar, comunicación, persuasión).
Para conocer la personalidad conductual de un empleado y el tipo de liderazgo que posee, puedes apoyarte de pruebas psicométricas como OCCPerfiles.
Es probable que la gente siempre esté abierta a escuchar nuevas propuestas. No obstante, cuando se siente respaldado por su lugar de trabajo y sabe que tiene posibilidades de crecer, las opciones se reducen considerablemente y su mente se enfoca en dar lo mejor de sí en su actual empresa.