¿Por qué muchas veces se habla más acerca de lo difícil que resulta terminar con un noviazgo que lo triste y difícil que es romper con tu mejor amiga?
Por lo general, cuando tenemos una amiga a la que elegimos como nuestra “mejor amiga” de cierta forma damos por hecho que será una amistad para siempre; incondicional, y que muy difícil —y casi imposible— podrá terminar.
Por el contrario, cuando terminamos con un novio suele ser algo más común y esperado, ya que pensamos que para llegar a encontrar al hombre indicado, ideal y verdadero, tenemos que pasar por unas cuantas o muchas relaciones fallidas.
Es por ello que al romper con un novio, por más doloroso que resulte y por más gris que veamos el mundo, ya estamos más preparadas y nos volvemos más fuertes.
Incluso, son nuestras amigas las que están ahí para escucharnos, haciendo hasta lo imposible para sacarnos de esa depresión, que por más eterna que parezca nos aseguran que saldremos de ésa a como dé lugar.
Por todo esto y muchas situaciones más, a veces es más difícil y doloroso romper con una amiga que con un novio.
Aquí te decimos algunas de las razones por las cuales es más triste romper con tu mejor amiga:
- Una amistad tarda muchos años en construirse y por lo general se vuelve fuerte desde el primer día en que se genera.
- Una amiga es la primera persona en la que sabes que puedes recurrir cuando más lo necesitas.
- No importa cuán diferentes sean en cuestión de personalidad y gustos, siempre terminan acoplándose y aprendiendo una de la otra.
- No existen los secretos, ella sabe todo de ti
- No tienes que aparentar algo que no eres
- Puedes ser tú misma sin sentirte juzgada
- Conoce todos tus miedos y virtudes
- Sabe perdonar y pedir perdón
- Es tu cómplice y te apoya en todas tus decisiones, pero también te hará saber cuando piense que algo no es lo mejor para ti y te invitará a reflexionar
- Puedes reír y llorar con ella, o simplemente estar en silencio… ella lo sabrá y lo entenderá
Antes de pensar en terminar la relación con una mejor amiga a la que quieres y valoras mucho, tómate un tiempo para pensar y cuestionarte acerca de qué es lo que está ocasionando la posible ruptura.
Analiza cuál es el problema de raíz, platícalo con ella y busquen la mejor forma para sanar y perdonar. Es ahí cuando sería bueno reflexionar si realmente vale la pena perderla.
Por: Denise Kusher (autora en Tuiris.com)