El mercado del arte es uno de los sectores más desconocidos para el grueso de la población, ya que sus bases son el elitismo y esnobismo de sus integrantes. Sin embargo, muchas áreas profesionales son compatibles con el “ambiente” artístico laboral (pueden formar parte desde contadores hasta sociólogos).
Durante la segunda mitad del siglo XX, la irrupción del Arte Contemporáneo y el boom de la publicidad transformaron al sector. Usualmente sólo la plástica y el performance se incluían en el negocio del arte, pero la mayoría de los círculos cercanos (literatura, música, cine, fotografía) han adoptado la misma dinámica comercial.
En la actualidad, ingresar a los reducidos grupos de “creadores y mecenas” puede ser una experiencia “violenta” para un joven egresado. A continuación, te mencionamos algunas situaciones que podrían “desilusionarte” si no eres consciente de ellas.
El “mercader” crea al artista
¿Conoces la dinámica de Sotheby’s o Christie’s? ¿Sabes quién financia los premios literarios? La primera lección es ser consciente de la condición comercial del arte. No sólo existe el mecenazgo, se ha sumado toda la maquinaria financiera. El objetivo de los jugadores es lograr precios récord por pieza.
Necesitarás muchos conocimientos de negocios; las estrategias de inversión determinan las tendencias actuales. Por ejemplo, muchos empresarios compran obras de arte para almacenarlas hasta la alza de sus precios.
Una gran reserva de las obras de Andy Warhol está protegida por un reducido número de personas, quienes intervienen en las pujas de subastas para disparar los precios. Una vez sobrevaloradas, las obras en colecciones privadas se convierten en fortuna. Quizás tu acercamiento al arte sea “protegiendo” esos precios.
En algunas industrias como la cinematográfica, los productores ejecutivos han adquirido un estatus equivalente al del artista (incluso, el Oscar de Mejor Película es entregado a los productores y no al director). En el sector público las cosas no son diferentes. Tendrás que lidiar con limpieza de expedientes, sobrevaloración y mucha burocracia.
Enfrentarse al hamparte
La burbuja del arte contemporáneo desencadenó la aparición del hamparte: sistema de compra y venta de arte “fraudulento”. Este fenómeno va muy ligado con otro gremio cercano: la crítica. La valoración y el juicio determinan si se trata de arte o hamparte.
¿Consideras a Gabriel Orozco un artista? Bueno, este tipo de dilemas no tienen lugar en las galerías: ¡Gabriel Orozco es un artista sí o sí!, porque su rentabilidad depende de esa condición. Como nuevo en el círculo, deberás crear un criterio propio (sin caer en la radicalidad de una Avelina Lésper, lo que lleva al siguiente punto).
Soportar los ataques directos a tu opinión
En el arte todo es personal. Como en la política, la reputación tiene una alta vulnerabilidad. No te enfrentarás sólo a colegas sino a la opinión pública en general. Un ejemplo sobre la jungla artística fue El Espejo del Arte (2015).
En el documental de Pablo Jato los curadores, galeristas y artistas evidenciaron la falta de conceptos básicos. Después del estreno, los mismos gremios entrevistados comenzaron una campaña contra el realizador del documental. Si eres reaccionario y crítico, posiblemente te encuentres con una respuesta lasciva por parte de los guardianes del hamparte.
Esta barrera a los comentarios “destructivos” se debe a que los gremios están conformados por grupos de amigos (quienes defenderán a un miembro del círculo). Por cierto, tampoco te metas con el arte popular ¿Por qué? ¿Recuerdas a Nicolás Alvarado?
Detectar el arte falso
No nos referimos al falso en términos estéticos, sino a las falsificaciones, plagios y todos los actos de corrupción que rodean a la “industria”. ¿Recuerdan los escándalos de plagio que rodearon a Arturo Pérez-Reverte? El lado oscuro del arte gira alrededor del oportunismo económico.
Tu ética como profesionista puede verse vulnerada todos los días. Por ejemplo, un día descubres que la pieza principal de la galería para la que trabajas es una falsificación ¿Lo dirías al jefe? Posiblemente tu contrato no permitirá que se hable del tema.