Brindar asesoria profesional a los clientes actuales.
Prospectar clientes potenciales.
Establecer y cumplir los objetivos de ventas.
Conocer el mercado.
Generar y cuidar la relación con los clientes.
Manejar los problemas o crisis.
Negociar contratos.
Recuerda que ningún reclutador puede pedirte dinero a cambio de una entrevista o un puesto. Asimismo, evita realizar pagos o compartir información financiera con las empresas.