Llena de buena energía tu lugar de trabajo

buena energía

Seamos honestos, ¿cuántos de nosotros nos preocupamos por tener un espacio totalmente armónico? Uno donde la energía fluya tal como debe de fluir…

Al pensar en lograr espacios armónicos, posiblemente lo primero que nos viene a la mente es nuestro hogar, sin recordar que  la mayoría pasamos al menos 8 o más horas del día en nuestro lugar de trabajo. ¿Cierto?

Por ello, es fundamental recordar que, para que nuestra vida funcione bien, es indispensable que la energía positiva camine también por nuestro lugar de trabajo.

Son muchas las teorías que nos hablan de qué hacer para lograrlo;  y es precisamente el Feng Shui -este antiguo sistema filosófico chino- la herramienta que nos enseña cómo atraer esas energías positivas y beneficiarnos de ellas.

El Feng Shui no tiene como objetivo principal buscar que las cosas funcionen -sino por el contrario-  eliminar las energías que no son favorables, para que podamos decir adiós a todo aquello que nos obstaculiza y no nos deja avanzar. Y por qué no, lograr un ambiente de mayor productividad, creatividad, buena energía  y mejor comunicación.

Observa alrededor de tu lugar de trabajo, ¿sabías que cada espacio y elemento tienen una influencia directamente sobre ti y tu entorno?

Si somos honestos, casi no nos ponemos a pensar lo mucho que nos puede afectar el no prestar atención a esos “pequeños detalles”, incluidos nuestro propio rendimiento personal y en equipo.

Aquí te dejo algunos tips superprácticos y muy fáciles de instrumentar, ¡espero te funcionen tan bien como a mí!

Para empezar, revisa el aspecto general de tu oficina, como la iluminación, los colores, y no olvides observar cómo están acomodados tus muebles, en este caso más específico… ese lugar en donde pasas más tiempo laborando, tu escritorio quizá.

Cuanto más despejado e iluminado esté nuestro espacio, la energía entrará libre, sin problemas. Si trabajamos en un espacio desordenado, lleno de objetos que ya no necesitamos (como carpetas llenas de pendientes, documentos para archivar, etc.), estaremos bloqueando y estancando por muchos ángulos, el paso de la energía positiva. Así que lo óptimo será darle una limpiada a ese espacio tan importante, y guardar todo aquello que nos estorbe. La verdad que cuando te enfocas y organizas bien, es una tarea sencilla, y tu lugar quedará listo, sin haber invertido demasiado tiempo.

Otro punto superimportante es la orientación de nuestro escritorio. Y es que el lugar en donde lo ubiquemos, marcará la dirección de la prosperidad, mismo lugar por donde llegará y pasará la energía directamente hacia nosotros.

Ponerlo de frente o detrás de la puerta resulta muy inconveniente, pues todo aquello que entre por ahí llegará directo a nosotros: buenas y malas energías, conflictos, discusiones, etc. Tampoco se recomienda que lo ubiques debajo de las escaleras ni bajo un techo inclinado, pues tu “techo laboral” se verá reducido.

Los escritorios circulares son ideales para trabajar en equipo, pues promueven la creatividad. Y los rectangulares, promueven la concentración, por lo que son ideales para las oficinas compartidas.

Otro punto muy importante en ese espacio que estamos creando para la concentración, creatividad y paz durante nuestro turno, es trabajar con música. Se recomiendan melodías más instrumentales, pero en gustos, se rompen géneros. Sólo cerciórate de no molestar o entorpecer con el volúmen el flujo de tus colaboradores.

Incluso el baño es importante. ¿Cómo lo mantienes para que también sea un lugar agradable que no obstaculice esa buena energía que has logrado en el resto de tus espacios?

Y si a esto, agregamos al menos un elemento que nos transporte a la naturaleza (tal vez alguna planta, una pequeña fuente, un cuadro con algún paisaje), mucho mejor. Por si no lo sabías, los colores que conforman la oficina (como se muestra en el video) son fundamentales, pues los colores influyen directamente en nosotros.

En sí, no tenemos seguir un manual superestricto ni complicado para lograr que la energía positiva fluya sin obstáculos hacia ti y no en tu contra.

Tampoco tenemos que estudiar ni aprendernos todas las reglas que el Feng Shui nos ofrece. Simplemente, con un buen sentido común del orden y sumándole estos pequeños tips podremos mejorar cada día nuestra concentración, comunicación y la fluidez de todas nuestras tareas y actividades cotidianas.

Así que anímate a hacer estos pequeños ajustes y ya verás que te sentirás mucho mejor. ¡Yo ya estoy poniendo algunos en práctica!

Por Denise Kusher (autora en Tuiris.com)