El Mecánico Diesel Tipo A es responsable del diagnóstico, mantenimiento preventivo y correctivo, reparación y ajuste de los motores diésel y sistemas asociados de la flota vehicular (camiones de carga). Su trabajo asegura el óptimo rendimiento y disponibilidad de las unidades, cumpliendo con altos estándares de seguridad y calidad técnica.
Responsabilidades principales:
Realizar diagnósticos completos en sistemas mecánicos, eléctricos y electrónicos de vehículos con motor diésel.
Ejecutar mantenimientos preventivos y correctivos según cronograma o necesidad operativa.
Desmontar, reparar y volver a ensamblar motores, transmisiones, diferenciales y otros componentes clave.
Reparar sistemas de frenos de aire, dirección hidráulica y mecánica, así como transmisiones manuales de 9, 10 y 13 velocidades.
Realizar ajustes y calibraciones de motor, así como escaneo y análisis de fallas mediante equipos especializados.
Mantener registros precisos y actualizados de reparaciones, inspecciones y cambios de componentes.
Apoyar en reparaciones mayores y colaborar con otros técnicos en el mantenimiento de la flotilla.
Garantizar la seguridad en todas las actividades, cumpliendo con normas de salud ocupacional y uso adecuado de EPP.
Controlar y solicitar refacciones necesarias para los trabajos de reparación.
Requisitos del puesto:
Formación académica: Bachillerato técnico en Mecánica Diesel o carrera afín.
Experiencia: Mínimo 5 años en mantenimiento y reparación de motores diésel, especialmente en flotas de carga pesada.
Conocimientos técnicos:
Motores diésel Caterpillar, Cummins, Detroit, entre otros.
Sistemas de inyección, turbocompresores, frenos de aire, dirección mecánica e hidráulica.
Sistemas eléctricos, electrónicos y escaneo de fallas.
Mantenimiento preventivo y correctivo.
Habilidades:
Lectura e interpretación de manuales técnicos y diagramas.
Uso seguro y preciso de herramientas especializadas.
Diagnóstico y resolución de fallas en corto tiempo.
Trabajo en equipo y comunicación efectiva.
Perfil deseado:
Alto nivel de responsabilidad y compromiso.
Capacidad de análisis y resolución de problemas complejos.
Organización y atención al detalle.
Disponibilidad para trabajar bajo presión y en horarios rotativos (si aplica).
Proactividad y disposición para aprender nuevas tecnologías.
Recuerda que ningún reclutador puede pedirte dinero a cambio de una entrevista o un puesto. Asimismo, evita realizar pagos o compartir información financiera con las empresas.