Un Coordinador de Obras Arquitecto es un profesional que supervisa y gestiona proyectos de construcción desde su inicio hasta su finalización, asegurando que se cumplan los plazos, presupuestos y estándares de calidad. Su perfil combina habilidades de gestión de proyectos con conocimientos técnicos de arquitectura.
Funciones principales:
Planificación y organización:
Desarrolla planes detallados del proyecto, establece cronogramas y presupuestos, y asigna responsabilidades a los diferentes miembros del equipo.
Coordinación y supervisión:
Coordina a los diferentes equipos de trabajo (arquitectos, ingenieros, contratistas, etc.), supervisa el avance de la obra, y se asegura de que se cumplan los estándares de calidad y seguridad.
Control de costes y plazos:
Monitorea los gastos, identifica posibles desviaciones y propone soluciones para mantener el proyecto dentro del presupuesto y los plazos establecidos.
Resolución de problemas:
Identifica y resuelve cualquier problema o conflicto que surja durante la ejecución del proyecto, buscando soluciones eficientes y minimizando impactos negativos.
Comunicación:
Mantiene una comunicación fluida con todos los involucrados en el proyecto (clientes, proveedores, equipo de trabajo, etc.), informando sobre el progreso y los posibles problemas.
Gestión de riesgos:
Identifica y evalúa los posibles riesgos del proyecto, proponiendo medidas para mitigarlos.
Habilidades y conocimientos:
Formación en arquitectura:
Es fundamental tener una sólida base en arquitectura, con conocimientos de diseño, construcción, materiales y normativas.
Habilidades de gestión de proyectos:
Es necesario contar con habilidades en planificación, organización, control de costes, gestión de equipos y resolución de problemas.
Habilidades de comunicación:
Debe ser capaz de comunicarse eficazmente con diferentes tipos de personas, desde trabajadores de obra hasta clientes y proveedores.
Capacidad de liderazgo:
Debe ser capaz de liderar y motivar a un equipo de trabajo para alcanzar los objetivos del proyecto.
Recuerda que ningún reclutador puede pedirte dinero a cambio de una entrevista o un puesto. Asimismo, evita realizar pagos o compartir información financiera con las empresas.