La vida profesional de los abogados es tan versátil que tienen muchos campos para especializarse: Derecho Civil, Derecho Corporativo, Derecho Penal, Derecho Fiscal, Derecho Mercantil…; sin embargo, dependiendo del ramo en el que deseen laborar habrá requisitos más o menos específicos.
Gloria Molina, asesora legal de OCCMundial y OCCEducación, nos compartió tres conocimientos y habilidades que, sin importar el área legal que elijas, tendrás que desarrollar profesionalmente e incluir en tu CV, en el apartado de experiencia laboral o en el apartado de competencias.
Negociación
O lo que es lo mismo: tener la capacidad para llegar a acuerdos; saber identificar las fortalezas de tus clientes y contrarrestar sus debilidades al momento de defender sus intereses. Plantear ideas, soluciones y tener en mente siempre la palabra “conciliar” será bueno mientras litigues.
Manejo de conflictos
No siempre todo saldrá bien, no todo será pacífico. Ojalá lo fuera, pero sabes que no. En ocasiones las situaciones y la gente no están dispuestas a ceder, negociar o perder, sea cual sea el caso, y entonces necesitarás de esta competencia para saber cómo conducirte y conducirlos.
Adaptación al cambio
Con frecuencia las leyes de este país se modifican (o actualizan), y se valora muy bien que estés al día de lo que cambió en las normas y su aplicación en los casos que te corresponden.
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— OCCMundial (@OCCMundial) 11 de noviembre de 2016
En las vacantes de OCCMundial, ¿qué les piden a los recién egresados?
Cédula profesional, carta título en trámite o cédula provisional
Indispensable. Literal: sin este documento no podrás trabajar… o quizá sí, pero de forma muy limitada. Aunque en otras carreras se puede ejercer sin presentar este papel, aquí prácticamente es tu llave de acceso a documentos, juzgados, juicios…
La recomendación (casi obligación) es que en cuanto termines la carrera busques la forma de titularte y obtenerla.
Ortografía y redacción
Es probable que en la universidad leas montones de leyes y escribas montones de interpretaciones sobre éstas, lo cual es bueno porque el Derecho es una de las carreras en donde más textos se presentan profesionalmente: convenios, quejas, demandas, amparos, aclaraciones…
Mucho de todo esto se escribe en MAYÚSCULAS, en donde reina la falsa idea de que las mayúsculas pueden no tildarse, pero nada más alejado de la realidad: también llevan acentos. Así que no es mala idea tener bien claras las reglas de las palabras agudas, graves, esdrújulas y demás para que tus escritos queden bien hechos.
Análisis y atención al detalle
Popularmente –que no quiere decir que esté bien o que sea la pauta– a los abogados se les asocia con su capacidad para verle el lado favorable a lo desfavorable, la grieta en la ley que permita defender lo que parece indefendible e incluso sacar algún provecho de ello.
Tu análisis y atención al detalle tienen que ser muy muy buenos. Trabájalos.
¿Y a los abogados que ya tienen experiencia?
Inglés
Sobre todo para temas corporativos: atención a empresas o clientes extranjeros, trato con aduanas (comercio exterior), negociaciones con compañías trasnacionales, revisión y modificación de convenios internacionales…
Una noticia buena y una no tan buena en este punto: los salarios y las prestaciones son mucho más atractivas, lo único es que no hay medias tintas con el requisito: inglés avanzado, dominio del 90 %, capaz de establecer conversaciones de negocios.
Si estás en un nivel básico-intermedio este curso puede ayudarte: cursos de inglés en línea
Alta capacidad para la toma de decisiones
Con años yendo y años viniendo en tu vida litigante seguro sabrás que muchas veces lo que menos tienes es tiempo para preguntar, investigar o sopesar una decisión: tienes segundos y lo que elijas tendrás que argumentarlo con teoría o práctica.
Bueno, lo estresante también puede dar recompensas: ésta es una habilidad muy solicitada para puestos con salarios de $20 000 en adelante, así que presúmela en tu currículum.
Liderazgo (manejo de personal)
Otra bella realidad: con 5 o más años de experiencia, los puestos senior o de subgerente, gerente, especialista, director y más empiezan a ser opción.
¿Qué necesitas? Además de muy sólidos conocimientos, tener carácter –y si eres empático, qué mejor.