4 tips para dejar de pensar en tu ex… jefe

¿No dejas de mencionarlo y aún esperas sus llamadas? Tal vez no puedas superar a tu ex.. jefe. No se habla mucho de los peligros de establecer un fuerte vínculo con tus superiores. Ya sea respeto, veneración, gusto por sus buenos tratos o una afinidad íntima, la principal causa de este “duelo” es la pérdida de la noción de impersonalidad y profesionalismo laboral.

Este fenómeno también sucede con los jefes “malos”. Por ejemplo, Lauren Weisberger se ha convertido famosa por hablar de su exjefa, la editora en jefe de Vogue, Anna Wintour.

Ha exprimido su experiencia tormentosa en dos libros y ganó una pequeña fortuna. No obstante, ¿es provechoso vivir de las malas relaciones laborales? A Weisberger  le funcionó, pero al grueso de los trabajadores del mundo (tal vez) no.

Este tipo de situaciones produce daños colaterales, posteriores a la ruptura de la relación laboral. Algunos son:

  • Incumplimiento de objetivos y baja productividad
  • Inseguridad emocional en nuevos trabajos
  • Pérdida de identidad profesional y adopción de rutinas viejas
  • Uso de redes sociales para stalkear
  • Temor a cambiar de sector laboral

Te presentamos situaciones comunes y algunas soluciones para evitar la frustración por no poder superar el duelo.

El fantasma de mi jefa/e me acecha

Puede ser su fantasma o él mismo (si trabajaste con un jefe “vengativo”). Es muy recurrente que no puedas superar las experiencias incómodas y los malos tratos. En los empleos se involucran los suficientes factores emocionales para desencadenar estados de depresión y coraje contenido.

¿Hablas de cómo te trataba tu primer jefe después de dos empleos? No te sientas obseso, pero es necesario que trabajes en el asunto. Recuerda el caso de Weisberger: ¿quieres que tu vida y éxito tengan la sombra de un mal jefe?

Si encuentras a excompañeros, no preguntes por él. Evita el contacto. Si necesitas cartas de recomendación o referencias, opta por consultar al departamento de Recursos Humanos u otro superior (en el mismo nivel jerárquico) que pueda avalar el desempeño en tu antiguo puesto.

Mi jefa/e, mi crush (erotomanía)

Es el caso más delicado, porque involucra a tu identidad sexual. La erotomanía laboral es cuando un empleado de menor jerarquía tiene la ilusión “romántica” (y convencimiento absoluto) de que un jefe (o personal superior) siente una atracción amorosa o sexual por ella/él. El ambiente cordial de oficina puede llevar a este tipo de malentendidos, en menor o mayor grado.

Si saliste de una organización y tienes la convicción de que tu jefe te extraña, debes cerrar ese “libro” de inmediato. El primer paso es no buscar información de esa persona. Es necesario que lo bloquees y comiences a dirigir tu interés hacia otra dirección. Una sugerencia es buscar relaciones personales fuera del espacio de trabajo.

Regularmente, estos romances unidireccionales son silenciosos y desde la oscuridad del escritorio. Platica con amigos cercanos para relajar la situación, encontrar apoyo y ser consciente de lo irreal de tus sentimientos.

Ya no es mi jefa/e, pero l@ sigo viendo

En el Romanticismo literario, los poetas preferían la muerte física a la muerte moral. Igual sucede en el trabajo. Existen empleados que desarrollan un fuerte vínculo de admiración/complicidad hacia su jefe y no soportan el cambio de superior dentro de una misma empresa.

Lo anterior puede ocasionar actitudes desafiantes contra el nuevo equipo de trabajo y comparaciones constantes entre mandos (el anterior y el actual). En casos extremos, lleva al desacato de responsabilidades y consultas constantes a su antigua área (a la cual ya no pertenece).

Posiblemente, el problema sea un apego a los antiguos procesos de trabajo. La solución más viable es la comunicación. ¿Por qué no rescatar lo mejor de tu viejo puesto y lo adaptas al reciente cargo? Plantea al jefe en turno la forma como trabajabas y comenta todos los conflictos que tengas con tu nueva área laboral.

L@ quería, pero me dejo ir

El despido imprevisto puede ser un evento traumático que desencadene un shock. El grado de impacto depende de la situación. “Eran tantos los proyectos y de pronto me hace ésto”. ¿Te sientes traicionado? No deberías.

A no ser que tengas una amistad fuera del trabajo, las relaciones laborales son en pro de la organización y no de sus integrantes. Si no violaron tus derechos como trabajador, debes aceptar el despido de forma impersonal.

En el mismo sentido, te recomendamos no mirar atrás una vez que salgas de la empresa (bajo ninguna motivo). ¿A qué nos referimos? Estos jefes podrían pedirte colaboraciones “por fuera” o llamarte constantemente para preguntarte “dónde quedó tal archivo” o ”qué pasó con tal asunto”.

Si sentiste que tu jefe “no valoró tu trabajo”, seguir en contacto con él podría desequilibrar tus emociones (y aún más si te encuentras desempleado). Para superar esto, ocúpate en proyectos freelance y conviértelos en tu prioridad.

Abandonar un trabajo no es fácil y las cosas se complican si desarrollaste vínculos cercanos con tu empleador. ¿Alguna vez te ha sido difícil superar a un exjefe? Platícanos en redes sociales.