Mi jefe me odia pero necesito el trabajo, ¿qué hago?

Caerle mal al jefe

No hay por qué negarlo: caerle mal a tu jefe puede hacer difíciles tus días en el trabajo. 
Sea hombre o mujer, lamentablemente es quien asigna las actividades y quien revisa los proyectos que entregas, así que puede tener alguna influencia sobre tu carrera en la empresa. Si las cosas no fluyen, es posible que a mediano o largo plazo haya un impacto negativo en tu desempeño –incluso cuando tú hayas dado tu mejor esfuerzo y sea injusto.
Así que si ya percibes esta situación, lo mejor es que la afrontes lo más pronto posible. Aquí 5 sugerencias:
 


 

 1. Pregúntale directamente qué opina de tu trabajo

Darle a una persona con la que no te llevas bien la oportunidad de que te critique abiertamente puede sonar extraña, pero funciona; sobre todo si tiene el valor para ser sincera y te dice algunos puntos en los que cree que fallas.
Tendrás que poner mucha atención y no buscar responder o dar explicaciones, sólo escuchar.¿Por qué? Porque en vez de eso usarás sus palabras a tu favor para hacer una estrategia que responda con trabajo a sus malas actitudes.
 

2. Sigue siendo directo: háblale sobre su antipatía

Iniciaste bien: dándole la oportunidad de hablar sobre “tus áreas de oportunidad”; pero es momento de expresarte.
(Hay que aclarar algo: en la forma del pedir está el dar, que es más o menos lo mismo que en la forma de decir las cosas estará la respuesta que recibas.)
Tienes que dialogar con calma –en serio, es importante que no suenes agresivo o haciéndote la víctima, de lo contrario las cosas se saldrán de control– y decirle que últimamente has notado cierta antipatía hacia ti. ¿Hubo alguna situación que diera pie a esto?
Algo así como: “Oye, últimamente he sentido que no estás muy feliz con mi trabajo, incluso ha habido proyectos en los que no me incluiste, ¿es mi imaginación o hice algo que no estuviera bien? Me gustaría, en caso de que haya algo malo, cambiarlo o mejorarlo”.
 


 

3. Haz que tus compañeros te respalden

Ahora más que nunca tu equipo de trabajo será fundamental. Y no precisamente para ponerlos en contra de tu jefe, sino más bien para mantener un ambiente agradable a pesar de todo.
Cumple con tus actividades. Fomenta la buena vibra. En la medida de lo posible, ayuda a quien puedas. Será la forma de demostrar que eres un buen elemento para la empresa y, ¿por qué no?, tener buenas referencias para cuando estés buscando un nuevo empleo.
 

4. Exprésate bien de tu jefe

La clásica: recibe odio y devuelve amor. ¿Para qué? Uno, para que todo el mundo vea que el/la del problema no eres tú, y dos: porque cuando hablas mal de una persona, al final quien se ve peor eres tú.
Además, una ventaja es que la gente que no va por el mundo llorando sus dramas cae mejor, ¿por qué no aprovechas eso?
 

5. Actualiza tu currículum

Si de plano las cosas están muy feas, ¿por qué no empiezas a ver nuevas opciones de trabajo? Las famosas imágenes motivacionales que postean en Facebook dicen: “Si no te gusta en donde estás, ¡muévete, no eres un árbol!
Pues eso.
Sabrás que quisiste arreglar la situación y que no quedó en tus manos. Es hora de ir a otro lugar en donde valoren lo que sabes hacer.