Estamos dando inicio a un nuevo ciclo, una oportunidad más para redireccionarse y transformarse, una etapa en la que si lo deseamos, nos enfocamos e invertimos energía y dedicación tendremos una buena cosecha.
Tal vez hiciste una serie de rituales que pudieron ser muy divertidos en la cena de año nuevo, es probable que hayas salido corriendo con la maleta y hecho una serie de recomendaciones tradicionales para cada cierre de año, pero si nos ponemos serios todos esos son pequeños actos de psicomagia, ¿sabes de qué se trata?
Los rituales son una parte esencial de nuestra cotidianidad, todos tenemos rituales y nos dan señales de cambio, sobre todo a nivel inconsciente. ¿Sabías que según la teoría Freudiana somos alrededor del 80% inconscientes, 15% pre conscientes y 5% conscientes?
Esto significa que muchos de nuestros actos y reacciones automáticas son parte de este 80% de creencias e información ciega que habita en el inconsciente. Por eso es tan importante observarnos y conocernos, darnos cuenta de cómo actuamos y cómo proyectamos, para reducir ese porcentaje y ser cada vez seres más conscientes.
Nuestro cerebro todo se lo toma en serio, a través de los rituales nos mandamos nuevas señales para tomar un rumbo distinto.
Los rituales son importantes porque nos ayudan a marcar etapas de transformación, por eso celebramos un nacimiento, una boda o experimentamos un funeral del modo en que lo hacemos.
Se dice que uno no termina de incorporar algo nuevo sino hasta que lo pasa por el cuerpo, por eso es tan importante hacer nuestra lista de propósitos de manera escrita, porque al escribir vamos de nuestra parte inconsciente a la consciencia.
Inclusive estos pequeños actos y rituales de psicomagia los hacemos a diario como por ejemplo encender una vela, escribir una carta de desahogo y romperla, bañarnos y sentir cómo el agua se lleva el cansancio o cualquier emoción negativa etc.
Si tú ya marcaste actos o etapas a final del año con algún ritual, lo que sigue es sostener esa energía con enfoque y de ser posible con un plan de acción y por eso me gustaría enfatizar con los siguientes puntos para que todos esos rituales y actos de psicomagia que hiciste surtan efecto:
1.Piensa que eres tu propio y más importante proyecto y todo lo que hagas por y para ti es una gran inversión, nadie hará por ti lo que cada no hagas por tí mismo, por tanto, si saliste corriendo con la maleta lo que sigue es destinar un porcentaje de tu sueldo para que te des unas muy buenas vacaciones.
2. A lo largo del año piensa en el poder que tiene nuestra palabra y cómo cuando la honramos en actividades pequeñitas vamos de poco a poco cumpliéndonos cosas mayores. El auto cuidado y bienestar dependen de ti y que si puedes darte un cuerpo fit podrás darte cosas y oportunidades más grandes y trascendentales.
3. Los seres humanos buscamos certeza, queremos las cosas seguras (un trabajo, sueldo seguro, vida cómoda, pareja, etc.) sin embargo no terminamos de generar esa confianza en la vida porque a nuestro título no nos regalamos la certeza de que vamos a concretar un objetivo bien personal y a corto plazo.
Vuélvete confiable ante ti y verás cómo tu certeza en los demás y en la vida misma será cada vez mayor y por ende manifestarás cosas cada vez más grandes y bonitas.
4. Si te tienes a ti puedes conseguir lo que sea. Una manera de tenernos a nosotros mismos es poner de entrada el foco en una autoestima sana y no es propiamente aceptarnos como somos sino más bien construirnos como queremos abrazando lo incómodo y pagando el precio.
5. No es el resultado de algo, es el camino y en eso que nos convertimos en el proceso. Dicen que somos lo que hacemos para dejar de ser lo que somos y sin duda el cuerpo es memoria inconsciente, por tanto si rompemos nuestra estructura corporal rompemos la mental.
Hay mucho de fondo en los rituales y propósitos de inicio de año y si los cumples considera que ese trabajo se expandirá a muchas otras áreas de tu vida, así que si haces rituales o actos de psicomagia sostenlos con un plan de acción y consistencia.
Por: Rosario Cardoso
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