La inflación es un indicador que preocupa a todos, pero sólo los especialistas entienden completamente. En pocas palabras, la inflación es una subida generalizada de los precios (¡todos, no sólo algunos!). Esto se traduce a una disminución del poder adquisitivo de los mexicanos. Por ejemplo, si con $100 solías comprar tres productos, ahora sólo podrás comprar dos.
El 2018 inició con dos noticias sobre este índice. La primera es que México finalizó el 2017 con el segundo nivel inflacionario más alto en 16 años. De acuerdo con datos de El Economista, en noviembre del año pasado, la tasa llegó a 6.63% (mientras el objetivo era de 3.0%).
No obstante, la segunda información es que Banxico (Banco de México) prevé que estos números mejoren durante la segunda mitad de 2018 e inicios de 2019.
Mientras tanto, podrías planificar los gastos de primera necesidad para evitar tener una “cuesta de enero” en junio. Algunas de las causas por las que pueden subir los niveles de inflación son:
- El crecimiento del circulante monetario (el dinero físico con el que realizamos transacciones cotidianas)
- Alza de productos específicos (como el gas LP o la gasolina)
- Un modelo de desarrollo no funcional
- Especulación en el mercado
- Procesos políticos (como elecciones o reformas)
Es importante entender que la inflación no es un tema pasajero, sino una constante en la economía de un país.Por lo tanto, es considerable tener siempre en mente los efectos que pueden resultar en tus ahorros y poder adquisitivo la subida de estos dígitos.