Estudiante tradicional o moderno, ¿cuál eres tú?

estudiante

Ser un estudiante en la actualidad ha cambiado (como casi todo en el mundo), ahora ya no solo es asistir a la escuela, existen miles de formas de estudiar y de poder terminar una carrera universitaria.

Se sabe que nacimos para aprender y, en realidad, nos la pasamos aprendiendo siempre –una nueva tecnología, un proceso desconocido, un hábito moderno, etc.–. Dándonos cuenta de esto, podemos replantearnos la idea de que únicamente obtuvimos conocimientos cuando estuvimos en un salón de clases. En otras palabras, y parafraseando al premio nobel en Física Claude Cohen-Tannoudji, somos estudiantes toda la vida.

Sin embargo, no todos queremos saber lo mismo. Está comprobado, además, que cada persona entiende y procesa la información de manera distinta.

Uno de los intelectuales más influyentes en el mundo, el profesor Howard Gardner, explicó en 1983 que la inteligencia no se trata sólo de resolver problemas complejos, o de elaborar razonamientos de alta profundidad, sino que es una capacidad que se puede desarrollar, cultivar y medir. Propuso la Teoría de las Inteligencias Múltiples.

Todos tenemos 9 tipos de inteligencia, pero no utilizamos a todas por igual. Está claro que dependiendo qué es lo que queremos aprender usamos una u otra habilidad. Lo importante, en todo caso, es conocerlas y aplicar las que más podamos cuando recibimos conocimientos novedosos.

Inteligencia lingüística: leemos, releemos, escribimos, repetimos en voz alta… Nuestra capacidad para entender a través de la palabra se pone de manifiesto.

Inteligencia lógica-matemática: trabajamos con números para calcular tiempos, cantidades, posibilidades, respuestas, causas-efectos, y esto lo empleamos en diversos aspectos de la vida cotidiana.

Inteligencia musical: se conoce, coloquialmente como “tener buen oído”. Es vital en la música, pero escuchar correctamente también favorece en muchas otras actividades.

Inteligencia espacial: al pensar o percibir las cosas en imágenes fomentamos esta habilidad. Sobre todo, si eres capaz de crear modelos mentales en tres dimensiones.

Inteligencia emocional: investigaciones recientes han constatado que percibir cómo nos sentimos y manejarlo de manera adecuada puede contribuir a un mejor rendimiento académico.

Inteligencia intrapersonal: entender cuáles son nuestras necesidades, fortalezas y debilidades para comprender un tema puede ser una gran guía para saber cómo abordarlo.

Inteligencia interpersonal: escuchar, hablar, convivir, compartir. Un tema se puede hacer mucho más comprensible cuando se conocen las distintas perspectivas que se tienen de él.

Inteligencia naturalista: se utiliza al observar y estudiar al entorno. Puede aplicar también con las personas y examinar cómo se desenvuelven en determinada labor para asimilarlo.

Inteligencia corporal-kinestésica: manipular objetos con nuestro cuerpo genera un sentido de proximidad y de acción al aprender.

Técnicas tradicionales y modernas de estudio

De acuerdo con la investigación La relación entre las técnicas de estudio de los estudiantes y su promedio de calificacionestenemos dos distintas maneras de aprender, dependiendo cómo percibimos el conocimiento y cómo lo procesamos.

Algunos sienten, otros tocan, unos observan, hay quienes analizan, o están los que leen y releen hasta memorizar. Lo importante es que se organice el método de estudio para emplear menos tiempo y energías y obtener buenos resultados.

Técnicas tradicionales

  • Recibes la información a través de un profesor
  • Lees, subrayas y realizas apuntes de un tema determinado
  • Escuchas y reconstruyes los conocimientos que te transmiten
  • Eres más teórico que práctico
  • Realizas una rutina de ejercicios para afianzar un contenido

 

Técnicas modernas

  • Utilizas mapas mentales para comprender y memorizar un tema
  • Te apoyas de herramientas en internet para llevar a cabo mapas mentales y ejercicios prácticos.
  • Realizas lluvias de ideas para entender las perspectivas en una materia
  • Desarrollas técnicas nemotécnicas
 
 

Todos tenemos consciente o inconscientemente una parte de estudiantes tradicionales y otra de modernos. Ni una ni otra son erróneas, y por fortuna se pueden complementar sin problema alguno.

Con el crecimiento de la educación en línea, es posible aprovechar al máximo cada una de las inteligencias que poseemos al momento de aprender. No obstante, no debemos confundirnos: ¿estudiar en línea es más fácil y rápido?

No. Es más práctico por no perder tiempo ni dinero en traslados, pero las escuelas virtuales son igual de exigentes que una tradicional. Piénsalo: ya no tienes oportunidad de llegar a la clase sin la tarea de la sesión anterior.

¿Cuál es tu técnica más efectiva para estudiar ? ¿Qué tipo de estudiante eres? Compártela con nosotros.

 

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