Dice el refrán que “No hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla”. Hoy, siete años después de que Brasil fue elegido como sede del Mundial de Futbol para el 2014, inicia la fiesta más importante de este deporte.
Ser anfitrión de eventos tan grandes supone una inversión fuerte de los gobiernos que los organizan; sin embargo, también estimula la generación de empleos por toda la logística que conlleva.
Datos del director de IMF Business School, Carlos Martínez, señalan que la Copa del Mundo provocó la creación directa de 100 000 empleos en Brasil. (Fuente: notimerica.com)
Por supuesto, la edificación y remodelación de estadios y la modificación del paisaje urbano fomentó que las áreas de Construcción Civil y Tecnología fueran las que más incremento de fuerza laboral tuvieron en estos años.
Ahora que inicia la Copa del Mundo, el gobierno brasileño estima que se generarán otras 380 000 plazas temporales. Vacantes en bares, restaurantes y en el sector turístico como recepcionistas, oficinistas y camareros incitaron a las autoridades de aquella nación a invertir en la formación profesional de su población.
En esa misma línea, por los miles de extranjeros que arribaron en días pasados y seguirán llegando a tierras amazónicas, se prevé que serán 47 000 puestos de trabajo –formales o informales– los que se lleven a cabo en temas de hospitalidad, hotelería y atención a clientes.
Desde luego, cada sede, dependiendo de sus necesidades, ofrece oportunidades de empleo distintas a sus habitantes. Por ejemplo, en Manaos aún hay ofertas laborales para vendedores, cajeros y recepcionistas que acrediten tener un nivel fluido de inglés, y en Sao Paulo se requieren graduados o egresados de cursos técnicos en Turismo.
“Un empleado que está en contacto directo con los turistas es nuestra principal carta de presentación. Al invertir en trabajo, también se contribuye a la formación del individuo y el desarrollo de la industria”: Vinicius Lages, ministro de Brasil.