Cómo manejar tu lado oscuro en el trabajo

Una de las primeras ideas sobre las que me gustaría hacer hincapié es que antes de ser un ejecutivo, emprendedor, vendedor, mánager o sea cual sea el rol que desempeñes en tu empresa, ERES UN SER HUMANO. Aprende a manejar tu lado oscuro en el trabajo. 

Los seres humanos asumimos de una manera profunda nuestros distintos roles sociales, todas esas máscaras que usamos y nos olvidamos de nuestro ser esencial, nos desconectamos muy fácilmente de nuestro cuerpo, de nuestras emociones y lo que realmente estamos sintiendo, dejamos de poner atención en todas las señales que nuestro cuerpo nos da y cuando menos nos damos cuenta estamos somatizando a través de un sinfín de malestares físicos e inexplicables enfermedades.

Nuestro cuerpo se expresa todos los momentos, de hecho se dice que alrededor del 70% del mensaje lo damos de manera no verbal, esto es un hecho que ha sido probado científicamente. Jamás podremos engañar con nuestro cuerpo ni nuestros gestos faciales puesto toda su expresión proviene del sistema límbico llamado también “zona emocional”.

Pero, ¿cuál es la diferencia entre la emoción y el sentimiento?

Generalmente, se considera que las emociones son de menor duración que los sentimientos y se cree que son las que impulsan y motivan a que las personas actúen. Son más intensas que los sentimientos, pero duran menos que éstos, tienen que ver con procesos químicos y estímulos cerebrales. Emoción viene del latín emovere, que significa “movimiento”.

Se habla de unas emociones que son básicas, pues todos los seres humanos las experimentamos y todas tienen un fin elevado, estas emociones son: Miedo (su fin elevado es la protección), Afecto (nos regala vinculación con otros seres), Tristeza (nos lleva a devuelta a nosotros mismos y nos regala reflexión), Enojo (nos permite defendernos y establecer límites) y Alegría (nos llena de vitalidad y energetiza nuestro cuerpo).

El sentimiento viene después de la emoción, es más a largo plazo y se da de manera consciente. Por tanto, el sentimiento es la unión entre la emoción y el pensamiento y este se alberga en el centro del corazón.

Por otro lado, desde que nosotros somos pequeños, se nos va formado un carácter que tiene que ver con la respuesta que aprendimos a dar ante lo que nos sucedía, se nos enseña a dar respuestas hostiles a lo que en la terapia psico corporal se denomina “expresión organísmica natural”, aprendemos también códigos emocionales que son las reglas de juego como: “los hombres no deben llorar”, “te ves fea cuando te enojas”, “no se toque, déjese ahí” y de pronto nuestra expresión corporal entra en conflicto y todas esas emociones se acorazan en nuestro cuerpo y empieza la desconexión porque no fluimos con lo que sentimos.

Lo que termina por ocurrir luego de que se nos muestran las reglas del juego social es que usamos parte de nuestra energía para sofocar y reprimir nuestras emociones y entonces comienza un siguiente juego: el uso de las máscaras, un juego por el que solemos pagar precios muy elevados.

Pero, ¿qué podemos hacer para reconectar con nuestro ser esencial?

La primera tarea para reconectar con nosotros mismos es:

Tomar consciencia de nuestras máscaras, hacer un análisis de los precios que pagamos y confrontarlas.

La máscaras son esas facetas de nuestra personalidad que aprendimos a vestir con el “yo ideal” porque fuimos aplaudidos. Ni eres tan fuerte todo el tiempo mi eres tan lista todo el tiempo. Se trata de abrazar nuestra imperfección y honrar nuestros límites actuando desde nuestro ser más genuino posible.

Y así es como poco a poco nos vamos moviendo hacia nuestro centro y luz interna, por tanto:

A través de la vulnerabilidad encuentras tu fuerza,

A través de tu dolor encuentras tu capacidad de placer y gozo

A través de transformar tu miedo encuentras seguridad y confianza

 

Sacudir nuestras emociones para ampliar y expandir, porque el carácter nos lleva a repetir. La represión es la retroflexión de la energía. Por ejemplo:

La negatividad pasiva inconsciente resulta más destructiva que la expresión activa de la ira. Permítete sentir sin negar, muchos de los cambios trascendentales y profundos ocurren en momentos de enojo. Si sientes molestia ve a un espacio en solitario y grita, expresa y mueve tu cuerpo.

Convierte tu energía agresiva en una danza, una celebración. Es el poder original de la energía creativa que se mueve a través de ti, dale salida.

Trabajar con el ser inferior o nuestra sombra. Todos tenemos nuestro rincón de cochambre.

Es decir, si una persona es generosa pero con afán de controlar, o comparte desde un lugar de culpa o búsqueda de reconocimiento, en algún lugar de su consciencia, su verdadero deseo es más tomar más que dar, desde ese lugar de su consciencia, ya su acción no es una acción luminosa, entonces el resultado final es una connotación negativa. Procura preguntarte siempre: ¿qué hay en la realidad detrás de las cosas que hago?

“Cuando yo ilumino mi sombra me adueño yo de ella y no ella de mi”.

 

Y en realidad no es que la sombra sea algo “malo”, la sombra es todo lo que no queremos o queremos que los otros vean.

Las cosas que escondemos, sobre las que mentimos, no sólo a los demás sino a nosotros mismos, es ese lado oscuro, intrínseco, dentro de nosotros que todos y cada uno intenta esconder porque se nos ha dicho desde una edad temprana que esos son componentes no aceptables que tenemos.

La sombra está hecha de los pensamientos, emociones e impulsos que encontramos demasiado dolorosos, vergonzosos o desagradables para aceptarlos, por lo que en lugar de ocuparnos de ellos, los reprimimos.

Es importante destacar que el lenguaje no verbal revela la máscara y la experiencia interna, todo se refleja en el cuerpo. Siempre fíjate cómo se siente tu cuerpo, si te da ansiedad, calor, escalofrío, angustia, sed, si te agota. Tu cuerpo siempre es un termostato que te indica por dónde.

“NO HAY NADA TAN OSCURO Y NEGATIVO QUE NO PUEDA SER TRABAJADO E ILUMINADO A LA LUZ DE LA CONSCIENCIA”.

Tener la intención de quererte aunque no te comprendas.

Abraza tu historia y parte de que lo que hoy vives,  quererte incondicionalmente es lo que requieres para evolucionar. Pero también si sientes dolor vívelo, ya que el dolor te trae de regreso a la vida: escúchalo, solo no tomes decisiones en tiempos de crisis.

Dejar de buscar cariñitos en el alma en el lugar equivocado.

Una premisa importante es que nadie te va  a dar lo que tú no te des y una forma de cuidarse y quererse es estando en el lugar adecuado.El amor pone límites empezando por uno mismo.

ABANDÓNATE COMPLETAMENTE A LA PERSONA QUE TÚ QUIERES SER

 

Invierte energía en ti. La energía y el trabajo que invertimos en algo o en alguien es lo que nos da apreciación y amor.

Para esto te invito a responderte las siguientes preguntas:

  • ¿Hace cuánto no haces eso que más disfrutas?
  • ¿Hace cuánto no lees un buen libro?
  • ¿Haces ejercicio?, ¿cómo es tu relación con la comida?
  • ¿Cuánto inviertes día con día a tu dimensión espiritual? ¿Meditas?

Mueve tu cuerpo, respira e intenta hacer descargas corporales de manera consciente.

Cuando rompes tu estructura corporal rompes tu estructura mental, porque como bien dijimos las emociones se cristalizan en nuestro cuerpo.

Si sientes enojo toma una almohada y golpea tu cama, puedes correr sintiendo cómo tus pies descargan sobre la tierra tu carga emocional, puedes practicar yoga, box o algo que te permita sentir liberación; También puedes escribir todas esas cosas que no te gustan y romper la hoja para luego hablarlas pero ya sin tanta carga emocional, puedes salir a gritar a un lugar solitario, meditar y respirar profundo. Haz todo lo que consideres necesario y creas que te permtirá regresar a ti.

Cuando buscas tratar de reconectar con tu vitalidad y tu centro es cuando mejor salen las cosas.

 

Por: Rosario Cardoso

Soy Rosario Cardoso,  te invito mediante la práctica de yoga corporativo, el desarrollo humano y el mindfulness organizacional, a reconectar contigo y con tu cuerpo, a conocerte y ser tu mejor versión. 

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