Eres la cabeza del equipo. Todos los días, sin importar la hora, decides algo. Es lo que tienes que hacer e incluso es ya una costumbre. ¿Cómo decides tu próximo paso? ¿Qué debes hacer para tomar la decisión correcta? ¿Quién dicta lo que está bien y lo que no?
De acuerdo con la experiencia, los primeros factores a contemplar cuando estás en disyuntiva son los recursos a tu alcance, el tiempo que tienes para dar una respuesta o llevar a cabo la acción, las políticas de la organización a la cual perteneces y, por supuesto, el peso de tu decisión. ¿Eso es todo?
Evita los sesgos
De acuerdo con Phil Rosenzweig, autor de Cerebro izquierdo y lo que hay que tener, requieres un “enfoque deliberado y analítico para resolver problemas”. Para lograrlo, debes orientar tu razonamiento a evitar los sesgos normales que te llevan a tomar decisiones incorrectas:
- Exceso de confianza y optimismo
- Buscar información que confirme tu teoría o creencia
- Creer que tienes el control
- Creer que tienes la razón
Usa el “cerebro izquierdo”
El título del libro de Rosenzweig tiene un gran fundamento: el hemisferio izquierdo de nuestro cerebro es el encargado del lenguaje, las habilidades relacionadas con las ciencias y matemáticas, y el más importante en este punto: el pensamiento lógico.
Por ende, la acción de “usar el cerebro izquierdo” se refiere a utilizar la reflexión, hacer una gestión inteligente e investigar para tener el panorama completo y tomar las decisiones adecuadas. Todo esto se logra considerando cinco puntos que no son ni remotamente sencillos:
1. Conoce las diferencias entre lo que puedes controlar y lo que no
Ten claros tus límites, hasta dónde puedes llegar y lo que podrías hacer.
2. Identifica la diferencia entre hacer bien las cosas y hacerlas mejor que los demás
El motivo de la decisión es un factor determinante en la acción que se tomará. ¿Tus resultados serán comparados contra los de alguien más?
3. ¿Qué es mejor: actuar y fracasar o no actuar?
Considera cuáles serán las posibles consecuencias de tu decisión antes de mover un solo dedo.
4. ¿Tu decisión es la de un individuo o la de un líder?
Si estás en el contexto organizacional, el panorama cambia y debes decidir lo que resulte mejor para todos.
5. Considera los modelos para tomar decisiones
Si bien no te darán una respuesta mágica, serán un buen apoyo para clarificar el camino que deberás tomar.
Aprende a tomar decisiones inteligentes en el trabajo
Desarrolla una de las competencias más buscadas por las empresas.
Y esto es lo que hay que tener
Debes llegar a la gestión inteligente del riesgo. Es la otra cara de la moneda y aunque suene contradictorio, pues pareciera que se desprende de los sesgos normales, complementa al cerebro izquierdo. ¿Qué requieres para ello?
- Un alto nivel de confianza para conseguir el mejor provecho
- Estar dispuesto a llegar más lejos
- Infundir en los otros la disposición a correr el riesgo
Encuentra el equilibrio y siempre tomarás la mejor decisión