10 errores que los reclutadores notan en una entrevista de trabajo

Aunque las malas prácticas en selección de personal y RRHH son una realidad constante, los reclutadores también se enfrentan a errores comunes de los candidatos. Debido a los nervios o el estrés, la mayoría de estos fallos pueden resultar imperceptibles para los postulantes en una entrevista de trabajo.

Especialistas sugieren que la solución es la retroalimentación y observaciones hacia los candidatos, sobre los errores que cometieron durante la entrevista (sin importar si fueron contratados o rechazados). No obstante, los reclutadores consideran improbable esta acción, debido al volúmen de procesos de selección que llevan a cabo; es decir, dar atención personalizada a cada postulante es considerado improductivo en RRHH.  

Sin embargo, los comentarios de profesionistas en Capital Humano (dentro de nuestros posteos) nos permite enumerar un listado de errores comunes que podrías evitar en tu siguiente entrevista. Estos van desde malentendidos sobre las vacantes hasta la higiene de los participantes.

1. No investigó la empresa

En la actual era hiperdigitalizada, no buscar los datos de la empresa donde enviaste tu solicitud es interpretado como ociosidad o desinterés por la empresa. “Postularse por postular” es considerada una mala práctica por los especialistas, porque representa informalidad por parte de los reclutados.

Alguien que busca trabajo debería (en teoría) llevar un control de todos los empleos a los que ha aplicado. En algunos casos, las empresas que publican sus vacantes a nombre del outsourcing, juegan con esta incertidumbre como primer filtro (solución de problemas).

Llegar frente al entrevistador ignorando los datos mínimos, es un error básico que justifica el descarte. Los datos básicos que debes conocer son: a qué se dedica la empresa, nociones sobre sus productos, misión y visión, nombre de altos rangos y competidores de la organización. La información adicional dependerá del sector y puesto.

2. CVs con más de 2 páginas

No importa cuántos empleos existan en tu historial, deberás sintetizar toda esa información en dos páginas (una de preferencia). Esto no sólo es para facilitar la labor del reclutador, también es un indicador de tu capacidad de síntesis. A este error se suman otros del formato como la saturación de texto, mala calidad en la impresión, hojas dobladas y falta de limpieza en las hojas.

3. Pretensiones por encima del salario indicado en el anuncio

Imagina que has comprado cuatro panes para tus cuatro amigos, pero uno pide dos; aunque sea tu mejor amigo, no tienes más panes para dar. Igual de incómodo es para el reclutador cuando un candidato solicita un salario mayor al publicado (y presupuestado) en la vacante. Al aceptar la entrevista, confirmas tu conformidad con el monto y otros aspectos establecidos en el anuncio.

La posibilidad de incrementar el monto debe ser una puerta abierta por el reclutador. Otra opción es que el candidato pregunte por la posibilidad de aumentos en el futuro, pero, de preferencia, no te postules a cargos con menor salario del buscado.

4. No negociar de forma inteligente

En algunos casos la negociación es otro test más en la entrevista (algo común en las startups y compañías con culturas organizacionales anglosajonas). Regularmente, inician con la pregunta ¿cuáles son tus aspiraciones económicas? Si en el anuncio había un rango de sueldo, evidentemente, esto abre el paso para iniciar la negociación de tu salario. Tus argumentos son una métrica para medir tu capacidad para llegar a acuerdos (y ganarte la mejor oferta).

5. Mucha o poca seguridad

Este es un tema relacionado con la idea de buenos modales y las debilidades emocionales del candidato. Tanto una actitud relajada (hablar de tú, minimizar el nuevo empleo o actitudes prepotentes) como un bajo perfil (lenguaje corporal inseguro, falta de atención al entrevistador o actitudes exageradamente serviles) suman puntos negativos en un proceso. Una solución es practicar las posibles preguntas e identificar “actitudes” que puedan comunicar estos mensajes.

6. Puntualidad

No hay mucho que decir, la impuntualidad es un indicador de informalidad e intentar justificar un retardo sólo empeorará las cosas.

7. Quejas de puestos anteriores

Como en cualquier relación, jamás debes hablar mal del ex; ya sea para no revelar asuntos internos o para exhibir una actitud laboral tóxica.

8. Periodos de desempleo mal justificados.

Un reclutador profesional no juzga tu desempleo, pero sí tiene interés por ver cómo solucionas el mal momento. Un error básico para los entrevistadores son las personas “enredadas” en justificaciones absurdas o sin respuestas planeadas. En resumen, toda improvisación detectada por el reclutador resta puntos para los filtros posteriores.

9. Usar teléfono durante la entrevista

Es una falta clásica que pocos toman en cuenta. A una entrevista sólo deben entrar los dispositivos que te servirán de apoyo para exponer algo (como informes o books). Cuando el entrevistado entra a una oficina con un celular, lo que el reclutador ve es un adolescente adicto a Facebook.

10. Mal aliento y problemas de higiene.

Primero, aclaramos que ningún futuro empleador te puede discriminar por usar algún tipo de accesorio, vestir marcas low cost, por temas raciales, portar tatuajes, etc. Sin embargo, la higiene nunca puede faltar y el principal aspecto que debes cuidar es tu olor bucal. Los nervios, un desayuno fuerte o varias horas hablando pueden provocar que tengas un aliento medieval que perjudicará gravemente tu imagen profesional. Otros aspectos como el olor a sudor, secreciones secas (lagañas, mucosidad o saliva) y un outfit que revela varios usos sin lavar también son negativos en una entrevista de trabajo.

¿Qué otros puntos agregarías?